El Bitter, es una bebida alcohólica, que esta inficionada o aromatizada con hierbas o frutas, pero que su característica principal, como su nombre indica es que tienen un sabor Amargo. En la antigüedad se utilizaban mucho como medicamentos curativos para dolores de panza, y de hecho hoy están dentro de la categoría considerada “digestivos”, ya que suelen tomarse en la sobremesa para bajar lo antes comido. En la actualidad, han arrasado de la mano de la cockteleria moderna y hoy son una herramienta fundamental para el bartender o encargado de una barra. Además de añadir un toque “artisian” (aunque no siempre) y una sensación de utilizar a historia como componente de un trago.
La tendencia de revivir épocas pasadas, es un movimiento transversal a varias industrias. Y el consumo de bebidas no es la excepción. Como en décadas pasadas, el “bitter” vuelve a ser parte de las mesas de los domingos, tanto como aperitivo en cocktails o para consumirse “sodeado” como un digestivo en la sobremesa. El paladar de las nuevas generaciones, tiene tolerancia a sustancias amargas y busca en en las bebidas alcohólicas un perfil que no empalague. De la mano de marcas como Campari, Aperol y Gancia , entre otras, se gesto el resurgimiento del “amaro”, en cockteleria. Aunque el consumo de los amargos en argentina esta sentenciado por una de las bebidas más consumidas en Córdoba y Argentina, el Fernet. Tanto el Fernet como otros amargos suelen tener una graduación alcohólica que ronda los 40-45%, y siempre están aromatizados con distintas recetas de hierbas, especias y a veces frutas. Cada casa tendrá su receta, su estilo, y su ingrediente secreto, que marcara la diferencia entre sus pares. Por solo poner un ejemplo, Fernet Branca, hoy la marca más consumida de fernet, tiene su receta propia con más de 40 botánicas que infusionan para lograr el producto que tomara su color debido al añejamiento en cubas de madera antes de ver su envase final. Y si bien hay otras marcas en el mercado queriendo “voltearlo”, su receta es la que lo mantiene en el mainstream del consumo.
Branca, Campari, Aperol, Gancia son agunas de las marcas que hemos empezado a familiarizar ya hace un tiempo y responsables de esta alza de la categoría. Un cockatil hoy, muy consumido es el Aperol Spritz, partes iguales de Aperol y espumante seco o semi seco, con una rodaja de naranja y terminado con un chorro de soda para darle frescura.
O Chandon, con su nuevo lanzamiento, Chandon Aperitif, una reinvención del cocktail pero en versión “Ready to Drink”. Con su expertise en la producción de espumantes, infusionándole hierbas y la clásica “Naranja amarga Argentina”, desarrollaron este nuevo espumante infusionado, fresco y para ser bebido directo de la botella con unos hielos.
Probablemente, ninguna de las marcas mencionadas, sean nuevas para los bebedores de estas categorías, que son exploradores y abiertos a nuevas experiencias de sabor. La reivindicación del aperitivo y el bitter está en las manos de nuevas generaciones, en buenas manos.