Los efectos de los videojuegos en las personas han sido ampliamente discutidos prácticamente desde que la popularidad de los primeros extendió su aparición en la vida diaria. Sin embargo, mientras detractores y partidarios dividen opiniones y cada quien expone sus puntos de vista con todo tipo de argumentos, ahora una investigación realizada por científicos alemanes puso en evidencia la relación entre ciertos juegos de vídeo y el desarrollo del cerebro.
La investigación realizada por el Instituto Max Planck del Desarrollo Humano y la Universidad de Medicina St. Hedwig-Krankenhau en Berlín, demostró así la manera en la que los videojuegos hacen que crezcan ciertas partes del cerebro, sobre todo aquellas relacionadas con orientación espacial, la formación de la memoria y la planeación estratégica.
De esta manera, se demostró que las personas que juegan 30 minutos al día durante dos meses el título Super Mario 64 DS de Nintendo muestran un crecimiento de la materia gris, publicó la revista científica Molecular Psychiatry.
El estudio, por su parte, se realizó con un grupo de 23 adultos de 24 años de edad en promedio, al cual se le asignó la obligación de jugar media hora al día, durante un mes, las aventuras del fontanero más famoso del mundo en la consola portátil Nintendo DS. Mientras tanto, los resultados fueron comparados con los de un grupo de control que pasó el mismo tiempo sin jugar el título que Nintendo lanzó al mercado en 2004.
Después de los dos meses, los investigadores midieron el volumen del cerebro haciendo resonancias magnéticas. Así, en comparación con el grupo de control, los que jugaron videojuegos resultaron con mayor cantidad de materia gris.
Los cambios se notaron de manera más evidente en el hipocampo derecho, la corteza prefrontal derecha y el cerebelo. Estas zonas están involucradas en varias funciones del órgano, entre las que destaca el manejo de las manos. Por otra parte, entre más interés mostraban las personas de jugar, más desarrollo se veía.
Dicha correlación es explicada por los científicos como un sistema de recompensa del cerebro. Al disfrutar de una actividad como los juegos de video, el cerebro humano libera dopamina, un neurotransmisor que podría ser el responsable de causar el aumento de la materia gris y de crear un circuito de retroalimentación, despertando el deseo de jugar más.
Por otra parte, el hipocampo -una de las principales estructuras del cerebro humano, responsable de la formación de la memoria, así como de la conexión de la información sensorial a los recuerdos- podría desarrollarse junto con la corteza prefrontal debido a las asociaciones del jugador con su personaje.
Así, cuando el jugador dirige a un personaje del juego en un espacio tridimensional, activa las zonas correspondientes del cerebro para posicionarse en el mapa como si lo jugara en primera persona.
Sin embargo, lo más importante de los resultados de la investigación es el efecto de los videojuegos sobre ciertas zonas del cerebro. Basados en esto, los científicos y médicos podrán desarrollar juegos y actividades para desarrollar zonas específicas de este órgano y así tratar personas con problemas mentales.
De esta manera, problemas tales como desorden de estrés postraumático, esquizofrenia y enfermedades degenerativas, podrían ser tratadas de una manera revolucionaria y, sobre todo, bastante entretenida para los pacientes que presenten estos padecimientos.
No es la primera investigación que demuestra el vínculo entre el desarrollo del cerebro y los videojuegos. Meses antes ya habían sido dadas a conocer las ventajas de ser un jugador dedicado a Starcraft. Sin embargo, esta se trata de la primera vez que se puede ver cómo se produce y específicamente qué áreas del órgano son afectadas.