La empresa japonesa Softbank ha llevado sus robots, llamados Peppers, a los comercios minoristas de los Estados Unidos con gran éxito. Ocurrió en el estado de California durante 2016, en donde la compañía llevó a cabo una serie de pruebas piloto en las que los robots ayudan a los clientes en sus compras.
En este sentido, según SoftBank, ya hay 10.000 Pepper trabajando en todo el mundo, en lugares como –por ejemplo-, un Pizza Hut en Singapur, cruceros, un hospital en Bélgica y algunas casas en Japón.
Una de los tests tuvo lugar en un retail de Palo Alto de nombre B8ta. Allí, Pepper “trabajó” durante una semana y, según SoftBank, ingresó al local un 70% más de personas. En otro local del mismo comercio, en Santa Monica, la tienda reportó un aumento del 13% en ingresos y las ventas de los productos ofrecidos por el ingenio mecánico se multiplicaron por seis.
En The Ave, un local dedicado a vender artículos para impresión ubicado dentro del campus de la Universidad de California del Sur, los ingresos se multiplicaron por tres y el público que los visitó aumentó un 20%, según informa el portal Recode.
Luego de que el CEO de SoftBank se reuniera con el presidente electo Donald Trump, la compañía indicó que invertirá US$ 50 mil millones en empresas tecnológicas estadounidenses.
Y, si bien el robot tiene manos con cinco dedos, una pantalla en el pecho y ojos que responden a los estimulos, no puede hacer mas que algunos gestos o moverse en un espacio pequeño. Lo que sí puede hacer, además, es charlar con los clientes y responder consultas variadas. Algo que podría hacer un Alexa, de Amazon, e incluso un iPhone con Siri. Pero, claro, acá hay un robot que te habla, baila, reproduce música, se sonroja (sí, en serio) y deja que los clientes se tomen selfies con ¿eso?.
De hecho, sus creadores señalan que el robot –que mide 1,20 metros de altura, puede hablar 19 idiomas y alcanza una velocidad de 3 kilómetros por hora- puede darse cuenta si el cliente está feliz o triste, y pueden detectar por su tono de voz si hay un problema.