Los nueve meses de embarazo son una espera que se puede hacer muy larga para aquellos padres que tienen una curiosidad muy grande por saber cómo es el rostro de su bebé.
Aunque las ecografías en 3D han paliado en parte ese deseo, todavía se podía dar un paso más: que los padres pudieran sentir al tacto la cara de su hijo antes de nacer. Es lo que ha logrado una compañía estonia llamada Wolfprint 3D. A partir de ecografías, crean esculturas de las caras de los fetos.
La compañía ofrece sus originales obras en Estados Unidos, Japón y Reino Unido. El servicio tiene un coste aproximado de 420 euros, y se puede realizar entre las semanas 24 y 34 de embarazo, siendo la semana 27 la más apropiada. En Reino Unido, informa el Daily Mail, la Agencia de Protección de la Salud ya ha advertido de que se debería limitar, en la medida de lo posible, la exposición de los bebés a las ecografías 3D, ya que la exposición al ultrasonido puede tener efectos negativos.