La autonomía es uno de los grandes asuntos pendientes de los smartphones, pues para la telefonía móvil clásica nunca fue un problema, al alcanzar cifras como una semana con los teléfonos alejados del cargador. Pese a ello, esos terminales estaban, sin duda, lejos de la autonomía infinita que han conseguido en la Universidad de Washington, donde un equipo de investigadores ha conseguido construir un teléfono sin batería, es decir, que su fuente de energía no es tradicional.
Este teléfono sin batería, de autonomía teóricamente infinita, tiene por supuesto un matiz. Funciona con señales de radio emitidas por una estación base situada a 10 metros de distancia o de luz del ambiente, que se recoge mediante una pequeña célula solar, lo cual le impediría funcionar en un ambiente totalmente aislado, pero tampoco es un hecho importante para los objetivos del proyecto. El teléfono sin batería ha conseguido realizar llamadas de Skype, lo que ha probado que además de comunicarse, también es capaz de emitir y recibir señales sonoras.
El hito se ha logrado gracias a reducir el consumo energético al mínimo, lo que deja claro que la posibilidad de que una opción así llegue pronto a smartphones o a teléfonos móviles tradicionales es nula. Aun así, conseguir este teléfono sin batería ha requerido un cambio de planteamiento que eliminó la necesidad de convertir las señales analógicas del sonido a datos digitales comprensibles por un teléfono, el paso inverso que se produce al reproducir música de un terminales por su altavoz o auriculares.
Para conseguir que un proceso alternativo a ese se llevara a cabo, pues de alguna manera hay que emitir la voz, el equipo ha recurrido a recoger las vibraciones producidas por voz y altavoces mediante una antena conectada a micrófono y altavoz, lo que genera una codificación de los patrones de habla con un consumo energético ínfimo. Cuando el usuario quiere emitir o recibir tiene que cambiar, a modo de walkie-talkie entre un modo de transmisión y otro de escucha.
