A veces, no todo lo que se necesita es una conexión más rápida. El problema también puede ser una señal de WiFi débil. En la mayoría de las casas, hay muchísimos objetos –algunos estructurales, que no podemos cambiar, y otros, menos importantes, que sí podemos mover- que impiden que la señal de un router no llegue con precisión a los distintos dispositivos.
Lo bueno es que, con algunas estrategias sencillas, la cosa puede mejorar.
Siempre desde arriba
Si vivís en una casa de dos pisos, poner el router en el segundo siempre es mejor. Las antenas de un modem funcionan como un paraguas: mientras más alto estén, más van a cubrir. Evidentemente estar un piso más arriba significa que la señal tiene que pasar por esa barrera para llegar, por decir algo, a la cocina. Pero si es un solo piso probablemente no sea un problema.
Siempre en el medio
Obviamente puertas y ventanas son un problema para las señales de WiFi. Así que mientras menos de éstos tengan que atravesar, mejor. Si colocamos el router en el medio de la casa, la señal podría ser más fuerte en todos lados por igual.
¿Qué aparatos usan WiFi?
Más allá del celular o la computadora, hoy nos rodean muchísimos dispositivos que necesitan internet para funcionar. Por ejemplo, si tenemos un Apple TV sería una buena cosa no ponerlo en lugares tan lejanos a nuestro único router.
Todas las antenas son importantes
Algunos routers modernos tienen muchas antenas para llegar más lejos. Usalas todas y probá moviéndolas, quizás así la señal mejore.
Sin interferencias
Si el router está medio viejito, hay muchos dispositivos más modernos que pueden interferir con la señal. Desde teléfonos inteligentes hasta el microondas pueden interferir. Comprar un router o modem nuevo es la mejor opción. La mayoría de los proveedores los reemplazan gratis si tienen determinada categoría de servicios sino se pueden comprar bastante baratos por Internet.