El Observatorio de Productividad y Competitividad (OPyC) de la Universidad CAECE, que dirige Carlos Pirovano, presentó la tercera edición del “Índice de Intensidad Digital” (IID). El mismo se realiza de forma semestral y mide el grado de digitalización que tienen las empresas que no pertenecen al rubro tech en Argentina.
Esta tercera edición arrojó un crecimiento del IID de 0,65 puntos respecto a la última medición del segundo semestre de 2021. El actual IID asciende a 4,63 en una escala del 1 al 10. Concretamente, de acuerdo con los resultados, el 90% de las empresas tienen conectividad a Internet, el 43% realiza ventas por ecommerce, el 30% utiliza servicios en la nube y el 47% Internet de las Cosas (IoT), al tiempo que el 22% explota las herramientas del Big Data. Esto último marcó una gran diferencia versus la primera medición del IID donde solo el 12% hacía uso de ellas para conocer el negocio o potenciarlo.
“El avance de la tecnología ha reducido el peso de las probabilidades en la estadística. Hoy reunir datos y procesarlos es mucho más fácil debido a la potencia de las computadoras, los softwares específicos para ello, los lenguajes de programación de alto nivel (inteligibles y de fácil aprehensión para no programadores) y a esa gran base de datos que es internet”, indicó Pirovano.
En tanto, en lo que respecta a la ciberseguridad, un 54% de las empresas hace uso de ella y un 28% mencionó utilizar bancos digitales, mientras que un 72% solo bancos tradicionales. De ese 28%, las funcionalidades más recurrentes son la de envío/transferencias de dinero y cobro.
María Emilia Rey Saravia, economista e investigadora del OPyC, asegura que “la visualización de datos es la representación gráfica de información procesada”. Y agrega: “Las organizaciones pueden tener grandes volúmenes de datos o Big Data (volumen, velocidad y variedad de datos) que no tiene utilidad alguna si no se procesa y analiza. Los datos solos no nos dicen nada, hay que procesarlos para que se conviertan en información valiosa para el negocio”.
Cabe remarcar que esta edición del informe cubrió a unas 400 empresas encuestadas y que el primer relevamiento se había realizado bajo un contexto de mayores restricciones para la movilidad, mientras que para el segundo y tercer reporte muchas empresas ya volvieron a la presencialidad.