A diferencia de la medicina tradicional, la biolectrónica tiene una gran potencial por su capacidad de ser tan precisa para atender afectaciones como la diabetes, asma, EPOC, entre algunas otras.
Para Mariana, quien padece diabetes desde niña, es esperanzador que exista algún método que trate de mejorar la calidad de vida de los más de 10 millones de mexicanos que como ella, sufren la enfermedad.
Quizá en la siguiente década el deseo de la joven de 23 años se haga realidad ante el avance y adopción de los medicamentos biolectrónicos por los que el gigante farmacéutico GlaxoSmithKline (GSK) y Verily Life Sciences, antes conocida como Google Life Sciences y propiedad de Alphabet, comprometieron invertir 712 millones de dólares en los próximos siete años.
Yolanda Cervantes, directora de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos del gigante farmacéutico GlaxoSmithKline (GSK), augura un gran potencial para la medicina biolectrónica en enfermedades crónicas como la diabetes, asma, EPOC, entre otras.
“Es una medicina muy personalizada, localizada y precisa para el tratamiento de enfermedades de dificil acceso. Esa es una de las mayores innovaciones; la precisión y localización y personalización para los pacientes que tienen estas diferentes enfermedades”, dijo Cervantes a Expansión.
Catalogada por PwC como la medicina del futuro, ésta comprende el implante de dispositivos del tamaño de un grano de arroz que se instalan directamente en el nervio causante de la enfermedad. A diferencia de la aplicación de antibióticos o tratamientos generales a través de medicamentos, los implantes se colocan en la terminación nerviosa exacta que causa la enfermedad.
“La bioelectrónica apunta a ser el futuro de la medicina, actualmente se encuentra en pleno desarrollo para medicamentos y dispositivos médicos, por lo que PwC considera que es una oportunidad para emprender negocios innovadores”, refirió en un texto Raúl de la Cerda, consultor de dispositivos médicos de PwC.
Las afectaciones médicas se originan a partir de las fallas en los impulsos electrónicos en las células. Con la integración del implante en el nervio específico se corrige el impulso eléctrico y es posible controlar el padecimiento.
“Estos implantes se colocan directamente en el nervio causante de una enfermedad. Entonces estos son tan pequeños como el tamaño de un grano de arroz que pueden específicamente identificar cuál es el nervio que te causa una enfermedad, por ejemplo un broncoespasmo en los ataques de asma. A través de estos dispositivos miniatura que se colocan en el nervio que causa el broncoespasmo, evitas este fenómeno y previenes una crisis de asma”, agregó Cervantes.
La especialista precisó que estos medicamentos no son un reemplazo en el corto plazo de la medicina convencional sino un complemento para que el paciente obtenga resultados de manera más favorable y rápida.
“Es un tratamiento personalizado y muy dirigido a la terminación nerviosa que controla una enfermedad. Lo que haría es que se tengan menos o nulos eventos adversos y que sean realmente para lo que la persona lo requiere”, dijo Cervantes.
Hasta el momento se han realizado pruebas satisfactorias de los medicamentos biolectrónicos en animales pero el potencial de adopción en enfermedades crónicas como la diabetes, que afecta a 347 millones de personas, es relevante.
En agosto pasado, GSK y Verily Life Sciences signaron un acuerdo para formar Galvani Bioelectronics, que se encargará de la investigación, desarrollo y comercialización de las medicinas biolectrónicas.
“Por mínimo que se el avance para tratar de encontrar una forma de hacer nuestras vidas más fáciles, vale la pena”, señaló Mariana.