Para los que todavía no adoptaron el servicio de compra online o los que deciden qué comprar solo cuando tienen el producto en la mano, hacer la fila de la caja puede ser la parte más tediosa de ir al supermercado. Para solucionar ese problema, Grupo Hasar desarrolló I-Track Q, un dispositivo que permite a los clientes recorrer la tienda hasta que una alerta les avisa cuándo pueden pasar por la caja para pagar.
El sistema funciona de la siguiente manera: al entrar al supermercado, cada comprador recibe un “llamador” que lleva consigo mientras hace su compra. Cuando estima que está por finalizar, el cliente escanea su dispositivo en un verificador de precios para solicitar su turno. En ese mismo momento, se le indica al comprador la hora aproximada en la que tendrá que acercarse a “X” caja.
A lo ancho y largo de cada tienda, el cliente puede chequear en los monitores informativos el tiempo de espera promedio para las cajas rápidas, de compras grandes, para embarazadas y discapacitados, y de autoservicio. Esto permite calcular cuándo ir a solicitar turno de caja, en relación a los minutos de compra que le queden a cada cliente y los minutos de espera que haya en el tipo de caja que le corresponde.
El aparato cuenta con un display, tiene luces, emite un sonido y vibra. La notificación que indica que hay una caja liberada esperando a su próximo cliente le llega al comprador uno o dos minutos antes de que esté realmente vacía, así se exprime también el tiempo que tarda cada persona en dirigirse a la caja a pagar.
“Este sistema de administración de filas nació por la iniciativa de uno de nuestros actuales clientes, que nos consultó si podíamos desarrollar algún tipo de servicio que transforme los minutos de espera en la caja en tiempo de compra”, comenta a Infotechnology.com Leonardo D’Angelo, gerente de Unidad de Negocios de Hasar Sistemas, sobre el origen de la idea. Actualmente, la tecnología funciona en algunas sucursales de las cadenas La Anónima y Carrefour.
Si bien el dispositivo fue pensado para tiendas de 10 a 15 cajas o más, según el ejecutivo también funciona en hipermercados de 30 cajas o mayoristas de 6. Sin embargo, D’Angelo desestima su aplicación en los almacenes de barrio: “Depende mucho de la superficie de cada tienda, y en los supermercados más chicos la compra es menor y el proceso más dinámico, por eso quizás no se justifica tanto”.
Según el gerente de Hasar Sistemas, los tiempos de desarrollo superaron el año y el producto sigue en proceso de perfeccionamiento. Consultada al respecto, la compañía dijo no tener contabilizada su inversión final.