La empresa utiliza un reloj que mide las propiedades eléctricas de la piel, conocidas como respuesta galvánica, y combina esta información con la temperatura de la piel y información del movimiento para diferenciar el stress de una reacción que puedan surgir por el clima o al hacer ejercicio.
El objetivo es reunir información sobre las acciones los usuarios realizan día a día y entender cuáles son las cosas que le generan mayor stress. De esta manera, la app puede poner en un mapa cuáles son los lugares que son más estresantes para el usuario o cómo el stress de un día afecta a la persona a la hora de dormir.
La empresa vende el reloj para medir la piel, la app y un calendario electrónico a un precio de US$ 1500. Actualmente, se encuentra trabajando para crear módulos más pequeños que puedan ser utilizados en relojes tradicionales o brazaletes.