La semana pasada, se dio a conocer que SpaceX solicitó la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones (conocida por sus siglas en inglés FCC) para operar sus satélites Starlink a una órbita más baja. En total, 915 satélites Starlink orbitan la Tierra a unos casi 600 km de altura. Esta distancia fue aprobada por la Comisión Federal de Comunicaciones años atrás. Sin embargo, los planes de Elon Musk son diferentes: busca disminuir la distancia aún más.
Jeff Bezos, el fundador de Amazon, se manifestó en contra de la petición de Elon Musk ya que, según el magnate, los satélites Starlink podrían “interferir con sus futuros satélites Kuiper“. Amazon también tiene un proyecto de servicio de internet por satélite con satélites de órbita baja, al igual de SpaceX. Hasta el momento, el proyecto recibió la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones y todavía no ha sido lanzado ningún satélite Kuiper al espacio.
Según Bezos, si la Comisión Federal de Comunicaciones aprueba la nueva distancia de órbita de los satélites de Elon Musk, los satélites Starlink podrían colisionar con los satélites Kuiper. Amazon declaró que “los cambios propuestos por SpaceX obstaculizarían la competencia”. Y agregó: “Es claramente del interés de SpaceX sofocar la competencia en la cuna si puede, pero ciertamente no es en interés del público”.
Musk le dijo a un periodista estadounidense del medio CNBC que “no obstaculizan a los satélites de Amazon porque están, en el mejor de los casos, a varios años de operar”. Cabe recordar que Starlink fue patentado en 2017. El servicio ya fue probado en zonas rurales pero continúa en etapa experimental: fue utilizado, con éxito, en una zona remota de Canadá y en los incendios que tuvieron lugar en California el año pasado. El objetivo final de Musk es mejorar la velocidad de internet de los usuarios radicados en zonas rurales que actualmente tienen opciones de conectividad actualmente limitadas.
Como funcionan los satélites Starlink y por qué Elon Musk busca posicionarlos más cerca
Los satélites de órbita baja (como los de Starlink), conocidos por sus siglas en inglés LEO (Low Earth Orbit), están a menos de 1.600 kilómetros por encima de la Tierra. Por lo general, están entre 800 y 500 kilómetros de la Tierra. Los satélites Starlink de SpaceX, por ejemplo,orbitan a unos casi 600 km de altura. Una órbita más baja permitirá a SpaceX brindar un servicio de internet más rápido ya que la señal viaja aún más cerca. Una pequeña cantidad de satélites LEO pueden cubrir de norte a sur siguiendo la rotación de la Tierra.
En total, SpaceX planea lanzar más de 10.000 satélites Starlink. La inversión total alcanzaría los US$ 10.000 millones y generaría unos US$ 30.000 millones anuales.
Un dato curioso es que la compañía de tecnología Microsoft también es parte del negocio de los satélites de órbita baja Starlink: Azure Cloud, el servicio de computación en la nube, conectará los satélites al almacenamiento en la nube para “predecir y realizar un seguimiento de desastres, mayor visibilidad de las cadenas de suministro y la actividad económica, y muchos otros”, según un comunicado publicado por SpaceX y Microsoft el año pasado. Azure es el primer competidor de Amazon Web Services (AWS), el negocio de computación en la nube de Bezos.
Fuente: infotechnology
