Lupus Eritematoso Sistémico: Diagnóstico y Tratamiento

La enfermedad comienza, generalmente, a los 20 o 40 años de edad y es más frecuente en mujeres que hombres. La Dra. Melina Silvana Meineri, Integrante del Servicio de Reumatología, nos acerca información sobre los síntomas a tener en cuenta, el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. No te ocultes, informate.

El Lupus Eritematoso Sistemico (LES) es una enfermedad autoinmune. Es decir, la genera nuestra propio organismo. El sistema inmunológico es nuestro sistema de defensa que producirá anticuerpos contra virus, bacterias y otras sustancias extrañas que se denominan antígenos. En las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunológico es incapaz de diferenciar antígenos (sustancias extrañas) de nuestras propias células o tejidos. El resultado es la producción de anticuerpos que atacan los propios tejidos del paciente causando inflamación y daño en los tejidos.

El Lupus es una enfermedad inflamatoria crónica, es decir, produce inflamación de los órganos afectados y persiste durante un largo periodo de tiempo, lo que podría significar durante toda la vida. No obstante, el Lupus se manifiesta alternando periodos de mayor actividad o más síntomas (exacerbación) con otros de inactividad (remisión).

Cada persona tiene un patrón diferente de la enfermedad, lo que en ocasiones dificulta el diagnóstico. Esta patología se puede presentar a cualquier edad, pero lo más frecuente es que se inicie en la juventud por lo cual el diagnóstico precoz es sumamente importante.

Comienza en personas de entre 20 y 40 años aproximadamente. Es 10 veces más frecuente en mujeres que en hombres. La enfermedad es más común en algunos grupos étnicos, principalmente individuos negros y asiáticos, y tiende a ser peor en estos grupos.

¿Cómo se diagnostica el Lupus?

El Lupus puede ser difícil de detectar porque presenta muchos síntomas que pueden aparecer lentamente durante años.

Las personas con lupus suelen presentar características que no son específicas del mismo. Estas incluyen: fiebre, fatiga, pérdida de peso, coágulos de sangre y pérdida de cabello. Las mujeres embarazadas pueden sufrir abortos espontáneos.

Para diagnosticar Lupus se requieren 4 o más de los siguientes 11 criterios, ya sea en forma seriada o simultánea durante cualquier intervalo:

-Rash malar: erupción con forma de mariposa en las mejillas.
-Rash discoide erupción de color rojo con zonas ovaladas o redondos elevadas.
-Fotosensibilidad: erupción en la piel expuesta al sol.
-Ulceras en la boca: llagas en la boca o la nariz habitualmente indoloras que permanecen durante algunos días o incluso más de un mes.
-Artritis: dolor e inflamación que dura algunas semanas en dos o más articulaciones.
-Afectación pulmonar o del corazón: inflamación del tejido que recubre los pulmones (pleuritis) o el corazón (pericarditis), que puede causar dolor en el pecho al respirar profundamente.
-Afectación renal: sangre o proteína en la orina, o exámenes que sugieren una función renal deficiente.
-Problema neurológico: convulsiones, derrames cerebrales o psicosis.
-Exámenes de sangre anormales: escasa cantidad de glóbulos rojos(anemia), glóbulos blancos o plaquetas.
-Anticuerpos antinucleares positivos: conocidos como ANA, están presentes en casi todos los pacientes con lupus.
-Trastornos inmunológicos: anticuerpos antiADN, antiSm o exámenes de sangre para detectar sífilis con resultado falso positivo (lo que significa que, en realidad, no tiene esta infección).

Tratamiento

No hay tratamiento curativo para el Lupus. El tratamiento depende del tipo de síntomas que tiene el paciente y de su gravedad.

– Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Los NSAID disminuyen la hinchazón, el dolor y la fiebre. Estos medicamentos incluyen ibuprofeno y naproxeno.

– Medicamentos contra la Malaria. Los pacientes con Lupus también pueden recibir un medicamento contra la Malaria como Hidroxicloroquina. Aunque estos medicamentos previenen y tratan la Malaria, también ayudan a aliviar algunos síntomas del Lupus, tales como fatiga, erupciones, dolor en las articulaciones o llagas en la boca. También, pueden ayudar a prevenir la coagulación sanguínea anormal.

-Corticosteroides e inmunosupresores. Los pacientes con problemas graves, tales como afectación renal, compromiso pulmonar o cardíaco y síntomas relacionados con el sistema nervioso central, necesitan un tratamiento más “agresivo”. Esto puede incluir altas dosis de corticosteroides, como prednisona y medicamentos que suprimen el sistema inmunológico. Los inmunosupresores incluyen azatioprina, ciclofosfamida y ciclosporina . Recientemente, se ha utilizado mycophenolate para tratar una enfermedad renal grave derivada del Lupus, conocida como Nefritis por Lupus.

-Medicamentos biológicos . Las nuevas opciones de tratamiento incluyen medicamentos llamados biológicos como el rituximab y abatacept. Estos dos medicamentos no están aprobados para el tratamiento del lupus. En 2011 se aprobó un medicamento biológico llamado belimumab para el tratamiento del SLE de leve a moderado.

Fuente:  Dra. Melina Silvana Meineri, Integrante del Servicio de Reumatología de Grupo Gamma

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