El 23 de marzo se conmemora el Día Mundial de Rehabilitación del Lisiado. Por ello, les compartimos una nota de la Dra. María Rosa Faraoni, Jefa del Servicio de Fisiatría de Grupo Gamma, sobre la rehabilitación que se debe emprender antes, durante y luego de una cirugía cardiovascular.
La cardiopatía isquémica representa la principal causa de muerte a nivel mundial, con un incremento en la incidencia en las poblaciones más jóvenes. Hoy en día, existen estrategias de revascularización para el manejo de la isquemia aguda y/o crónica del miocardio. Estas son del tipo percutáneas así como también quirúrgicas. Aunque logremos mejorar la vascularización miocárdica mediante estos métodos, el principal determinante para mantener la permeabilidad coronaria y de los bypass confeccionados es una adecuada prevención secundaria. En esto se centran las propuestas de rehabilitación a nivel mundial.
1ª etapa preoperatoria:
El fisioterapeuta explica al paciente (puede ser en grupo o individualmente) la importancia de la prevención para disminuir las complicaciones respiratorias durante y después de la intervención quirúrgica. Se le enseñan al paciente técnicas que ayudan a mejorar la calidad de su respiración, haciendo ésta más efectiva.
Para ello, se debe seguir una pauta con los ejercicios, cuyo fin es conseguir aumentar y mantener la capacidad pulmonar y que el paciente trabaje la musculatura respiratoria que le ayude a expulsar las secreciones, primero acercando las secreciones de las vías distales a las proximales y finalmente expectorando. Otro punto a destacar es la importancia de que el paciente camine lo que pueda, siempre sin llegar a la fatiga y que beba una gran cantidad de agua, tanto para permeabilizar la vía aérea como para eliminar toxinas. Esta recomendación se repetirá antes, durante y después de la cirugía.
2ª etapa postoperatoria:
Tras el destete de ventilación mecánica, la fisioterapia respiratoria es una pieza clave del total de los cuidados y procedimientos a realizar
Inmediata: A realizar en la sala de recuperación de cirugía cardíaca. Su objetivo se centra en prevenir y/o tratar las complicaciones respiratorias, además de evitar los efectos negativos del reposo y de la cirugía.
En un principio, se continuarán realizando los ejercicios del preoperatorio. El fisioterapeuta se encargará de la supervisión de los mismos asistiendo en los que sea necesario. Es importante también que el paciente no esté estático, tanto si está en sedestación como en decúbito supino, debe movilizar sus miembros inferiores con el fin de evitar el edema de los mismos o si éste está ya instaurado, ayudar a derivarlo.
Tardía: Durante la estancia en planta. El paciente continuará realizando los ejercicios del preoperatorio, pasando más tiempo en sedestación e iniciando la bipedestación y marcha en cuanto sea posible.
Se realizarán ejercicios que exijan al paciente una mayor resistencia, tanto de miembros superiores como inferiores, además de ejercicios isométricos de la musculatura del tórax con el fin de que la cicatrización de las fibras musculares afectadas durante la cirugía sea lineal y no se produzcan adherencias que limiten el movimiento.
3ª etapa tras el alta hospitalaria:
El paciente debe continuar realizando los ejercicios de las etapas anteriores y poco a poco ir reduciendo la frecuencia de los mismos pero aumentando las repeticiones, así trabajará más su resistencia.
Con el paso de las semanas, se reducirán las sesiones de ejercicios para ir aumentando el ritmo diario del paciente en su vuelta a la normalidad, insistiendo más en que el paciente camine y vaya aumentando progresivamente la distancia, día a día, siempre sin llegar a la fatiga.
Para terminar y aunque suene repetitivo, recordar que todas las técnicas comentadas buscan desde un principio evitar complicaciones, porque la prevención siempre debe ser lo primero, aunque en nuestra sociedad aún no está muy instaurada en la mentalidad de las personas y es cierto que a veces no tiene buena acogida por los pacientes tanto de mediana edad como de edad avanzada.
Fuente: Dra. María Rosa Faraoni, Jefa del Servicio de Fisiatría de Grupo Gamma