¿Se puede decir que es una enfermedad del Siglo XXI?
Lo que nosotros decimos es que el crecimiento que se está observando de la Diabetes Tipo 2 es como un tsunami. Es una pandemia. Epidemia es cuando abarca algunas zonas, pandemia es mundial. No hay lugar en el mundo donde no haya aumentado la obesidad. México es la ciudad con mayor obesidad, EEUU creció en obesidad mórbida, que es aún peor. En Argentina tenemos un 60 por ciento de población con sobrepeso. Una de la característica que presenta son los casos de niños desnutridos pero obesos, porque comen mal. Ese es el gran problema de la Argentina. Se cree que para el 2020 más del 60 por ciento del mundo va a tener obesidad o diabetes.
¿Qué tratamientos impulsan desde el Servicio de Nutrición?
En obesidad y diabetes, nosotros apuntamos puramente a los cambios alimentarios. Les proponemos a los pacientes la ingesta de cinco porciones de frutas y verduras al día, las porciones en el almuerzo y cena y otras colaciones durante el día. Comer lácteos descremados, ya sea yogurt, leche o quesos, cereales integrales, arroz, fideos, lentejas, porotos, arvejas, carnes, pollos y pescados. Lo que nosotros hacemos es que la pirámide alimentaria sea lo más chica posible en lo que son los alimentos chatarra, que no deben faltar, una golosina tiene que estar. Si no nos volvemos fanáticos de no comer nada, y ahí los chicos sufren otros trastornos alimentarios.
La base de la alimentación es esa, y tiene que ser lo más variada posible, porque en la variedad es cuando no hay déficit. A eso apuntamos. Que un chico coma un día una hamburguesa no es un problema, el problema se da cuando comen hamburguesa, pizza, sándwiches.
¿Quiénes realizan las consultas más frecuentes?
En mi caso, realizan muchas consultas hombres y mujeres adolescentes, jóvenes. Ya sea por exceso de peso o por ejemplo, algo que no veía en el consultorio hace 10 o 15 años atrás, chicos de 17 años con niveles de colesterol altísimos. Quizá no diagnosticados diabetes, pero están en una pre diabetes. Clínicamente, con un exceso de peso muy importante y con hábitos totalmente malos. Por ejemplo, me toca atender a muchos chicos y chicas que no comen ni verduras ni frutas, entonces la tarea está en empezar a los 16 o 17 años a que consuman este tipo de alimentos. Ya que tienen antioxidantes, vitaminas, minerales, hay muchos déficits. Como hablábamos anteriormente, nos encontramos con gorditos que están desnutridos por dentro, y son de los peores casos porque están muy enfermos.
En muchas oportunidades, los chicos vienen solos a consulta y yo, particularmente, les sugiero que vengan con sus padres porque es con ellos con quienes, también, tenemos que trabajar. En las oportunidades que vienen con la madre o padre, es la oportunidad para recabar información que el chico sólo no dice y de esta forma podemos trabajar en una segunda consulta con toda esa información. Es una tarea muy importante crear el feed back con el adolescente, aunque muchas veces es difícil. A veces, nos encontramos con adolescentes que nos dicen “Mi mamá nunca me hizo eso de comer”. También hay doble trabajo en esos casos.
Nosotros en obesidad usamos una analogía, “Vos a tu hijo no lo dejarías ver pornografía”, pero sí lo dejas comer cualquier cosa. Entonces, lo que nos interesa transmitir es que muchas veces los padres cuidamos a nuestros hijos de muchas cosas pero no nos damos cuenta que una gaseosa es muy tóxica. Es importante establecer el hábito de que en la casa se consume agua, y el fin de semana, excepcionalmente, se consume gaseosa porque no está prohibida. El hábito se crea.
Fuente: Dra. Tamara Cudi, Jefa del Servicio de Nutrición de Grupo Gamma