Por Baroni Eduardo
Dermatología
Toda la información que necesitas saber sobre la enfermedad y como tratarla podrás encontrarla aquí.
La Rosácea es una enfermedad crónica, que afecta la piel de la cara y a veces los ojos. Es más común en las mujeres. Se observa entre los 30 y los 60 años, aunque se la puede ver a menor edad. Es frecuente en personas de piel clara y de ascendencia céltica.
Se manifiesta como un enrojecimiento de la cara, con una distribución centrofacial y simétrica (sobre todo nariz y pómulos). En algunos casos, puede aparecer en frente y mentón. Se considera que se produce, por ser ésa (y en pacientes predispuestos) una zona de labilidad vasomotora (significa que los vasos sanguíneos se dilatan con facilidad ante estímulos como el calor o las emociones, entre otros).
Son las personas que dicen: mi cara enrojece cuando entro a lugares cerrados, muy calefaccionados o cuando tomo un poco de alcohol. Deben saber que existen factores desencadenantes o exacerbantes de su rosácea, como por ejemplo: el sol, el café, las bebidas colas, el vinagre, el alcohol, los condimentos picantes, el salvado, las comidas y bebidas muy calientes.
Se ha relacionado a la rosácea, también, con un parásito de la piel, llamado Demodex (que vive en los orificios por donde salen los vellos) y con una bacteria, el Helicobacter Pyloris, que generalmente vive en un estómago con gastritis.
En la rosácea, no solamente hay enrojecimiento (eritema) de la cara, sino que, con el tiempo, van apareciendo otras manifestaciones, como por ejemplo:
-Pequeños vasitos rojos dilatados denominados Telangiectasias.
-Granitos o papulopústulas, similares al acné o incluso nódulos.
-El tan temido Rinofima (en casos avanzados o severos). En estos últimos casos, se observa un agrandamiento de la nariz por un espesamiento de los tejidos blandos de la misma e hiperplasia de glándulas sebáceas que, sumado al color rojo, se conoce como la llamada nariz de payaso.
-Rosácea ocular que puede manifestarse en forma de blefaritis, conjuntivitis, y queratitis, entre otros. A veces, estas alteraciones oftalmológicas pueden preceder por años a las lesiones de la piel.
Tratamiento
A continuación (ver imagen), encontrará algunas sugerencias. Tenga en cuenta que siempre deberá consultar a un profesional y nunca automedicarse. Además, es importante en algunos casos realizar interconsultas con Oftalmología o Gastroenterología, si fuera necesario.