Algunas de sus fuentes son:
- Vitamina E: aceite de oliva, girasol, maíz, frutos secos (nueces, avellanas, etc), semillas oleaginosas (girasol, lino, chía) y germen de cereales.
- Vitamina C: limón, mandarina, naranja, pomelo, kiwi, frutillas, pimientos, brocoli, repollo, berro.
- Zinc: carne roja, yema de huevo, mariscos, pollo, productos lácteos, hígado, y cereales integrales
- Selenio: mariscos, riñones, hígado, cereales.
- Betacaroteno: hortalizas rojas, amarillas, naranjas, (tomate, zanahoria, calabaza, remolacha,etc.)
- Compuestos fenólicos: café, cacao, te
El trabajo de los antioxidantes es demorar el proceso de oxidación (daño por oxigeno) causado por los radicales libres (moléculas producidas cuando el cuerpo degrada los alimentos) o por la exposición ambiental al humo del tabaco, radiación, estrés, etc., que pueden llegar a que las células no cumplan sus funciones correctamente y de esta forma desencadenar una variedad de enfermedades tales como diabetes, patologías cardíacas, reducción de la función inmune, aumento del riesgo de diferentes tipos de cáncer, etc.
Por todo esto es aconsejable el consumo de una amplia variedad de productos antioxidantes como parte de una alimentación balanceada y saludable, así como base para retrasar el envejecimiento.
Tips recomendables de consumo
- 1 a 2 frutas secas
- 1 a 2 cítricos
- 1 cucharada de aceite
- 1 cucharadita de semillas oleaginosas y variedad de hortalizas colorida
- 1 producto lácteo
- 2 cucharadas de cereales integrales.
Tan solo con esa mínima dosis de alimentos diarios podremos vivir más , y mejorar nuestra calidad de vida.