Cada año en Argentina se vuelve a repetir el mismo escenario, las intoxicaciones por Monóxido de Carbono son las protagonistas del invierno. Lamentables sucesos que dejan más de doscientas víctimas mortales anualmente.
El monóxido de carbono es una sustancia tóxica que ingresa al cuerpo a través de la respiración y compite con el oxígeno desplazándolo y envenenando el torrente sanguíneo en muy poco tiempo, ya que su capacidad de unión con la sangre es 95 veces más potente que la del oxígeno.
Es así, que en pocos minutos el cuerpo se llena de esta sustancia y se producen los desenlaces fatales.
En los hogares, el mal funcionamiento de calefones es el causante del 75% de los casos de intoxicación, completan el 100% las estufas o calefactores y las cocinas. Es por eso que se hace principal hincapié en la necesidad de realizarle a los artefactos a gas una revisión anual, sobre todo cuando se comienza a hacer uso de los elementos de calefacción en épocas de bajas temperaturas.
Mario Clemente, director de Grupo Emerger, afirma que la mejor forma de evitar accidentes e intoxicaciones es la prevención: “No solo se deben realizar los controles pertinentes, sino también, es prudente la ventilación de los hogares, la corroboración del color de la llama de los artefactos a gas y dejar permanentemente una ventilación en cada ambiente de la casa.”
Por su parte, Alberto Davidovich, director médico de la empresa de ambulancias, enciende las alarmas a la población para que estén atentos ante los primeros síntomas: “Una persona que ha sufrido una intoxicación por Monóxido de Carbono siente mareos, náuseas y vómitos, sensación de adormecimiento en extremidades, cefaleas, pitidos en los oídos y somnolencia.
”Finalmente, desde Emerger recomiendan que ante este cuadro de situación llamen enseguida a emergencias médicas o se traslade a la persona a un centro de salud para recibir atención profesional.