Cuando vamos a un lugar que no conocemos, nos preguntamos: que nos brinda, Piriápolis es una ciudad amigable, con gente muy amable y educada, como en todo Uruguay, es una ciudad entre 7 sierras, con un entorno entre rio/mar y con una rambla perfecta para largas caminatas.
Tiene naturaleza, sierras, mar, sus famosas playas de Punta Colorada y Punta negra. La reserva de fauna autóctona del Cerro Pan de Azúcar, los criaderos de Caimanes de los cerros azules, las canteras. La cierra de las Animas con su cañadón de los espejos.
La apertura fue en ocasión de la Paella Gigante, que contó además con espectáculos musicales, la presencia de autoridades y el gran Rubén Rada en escenario, con el cual pudimos compartir una excelente nota y disfrutar de su música.
Piriápolis fue creada por Piria. Un pionero que subastaba terrenos, pero no queda allí la historia, este señor con la visión de pocos, compro más de 300 ha. Fundando la primera ciudad balnearia y después de 22 viajes a Europa hizo construir el Hotel Argentino, a imagen y semejanza de los hoteles de la Costa Azul, trayendo blanco, vajilla, instalaciones, etc. Imposible no visitarlo, ¿Pero lo que pocos conocen es que hizo un trazado poco tradicional, que esconde Piriápolis? En pocas líneas, el mapa de Piriápolis refleja lo que ese alquimista creía, el dibujo es el árbol de la vida, con los 22 caminos a recorrer, el Kabbalah.
El viajero que no adentra en el conocimiento no notara nada diferente a ciudades de mar. Todo tiene sentido, causa si recorremos con expertos en su historia. Sus monumentales Castillos, su Iglesia inconclusa, y la mescla de Templarios, el Cádiz sagrado.
Una ciudad con vistas increíbles, que mira a una costa infinita, pero sus monumentos, reflejan un estudio intenso de los poderes de la vibración y la energía. Recorriendo Piria, en un tour místico, fuimos mucho más allá de lo imaginable.
Es una ciudad con Alta precisión Geométrica, demostró allí Piria sus conocimientos de Alquimia, muestra de los cuales son: La Fuente de Venus, a la cual le pedimos por nuestro corazón, y la fuente del cerro del Toro, donde Tauro simboliza la tierra, y acuario el agua, leo el fuego y el águila el Aire. Las pilastras a lo largo de la Rambla, los leones alados en las escalinatas del Hotel Argentino, o su construcción en forma de H, en la cual debes entrar por la derecha y salir por la izquierda.
En el Castillo de Piria debes buscar la liebre, una puerta a la nada, caminar por los jardines, en el de Pittamiglio o la iglesia de Piria con su rosetón de los ocho pétalos.
Enfocados en las vibraciones, no hay un lugar que no esté estratégicamente realizado para vibrar a una frecuencia muchas veces superior a lo normal, comprobamos empíricamente que así era, agradecemos a Carlos Rodríguez por acompañarnos en el recorrido, técnico en biorresonangia y geobiología, que hizo los diagnósticos vibracionales.
A la gente de APROTUR, a los lugareños, íntimamente comprometidos, a los chefs que realizaron a la paella íntegramente a beneficio, a la gerencia del Hotel Argentino que nos permitieron realizar una búsqueda interior, en el salón del Hotel practicando meditación. A los directivos de los museos. A los cocineros solidarios, que nos dejaron ver desde muy cerca, esta paella inmensa.
Piriápolis, es un lugar muy recomendable para visitar, con precios muy similares a Rosario, familiar, también lo es para viajeros solitarios, en su búsqueda de crecimiento interior, a los navegantes, y a todos aquellos que quieran incrementar sus vibraciones sanar su cuerpo y alma.
En Piriápolis nada es al azar, todo esta pensado por un alquimista.
Sus ciudadanos los esperan para compartir generosamente una ciudad magnética, con mucha mística, y naturaleza. Con diversidad de opciones de Hotelería, Resto, noche, al alcance de todas las personas que quieran vivir unas vacaciones diferentes, en ese país que los argentinos amamos: URUGUAY.
Mariel Devalle
Para ON 24