Orgías, mentiras y acoso: así es la historia secreta de Booking

Su historia es tan de película que llegará a la gran pantalla porque Warner Bros ha comprado los derechos de la investigación realizada por los tres periodistas holandeses.

La trayectoria de Booking ha estado protagonizada por la polémica. En su historia, junto a un vertiginoso crecimiento hay abuso de poder, mucho dinero, codicia, sexo, maltrato laboral, engaños y acoso.

Los viernes por la noche la famosa plaza Rembrandt de Ámsterdam -una de las más grandes de la ciudad- se llenaba de cientos de jóvenes que se emborrachaban como locos y bailaban al ritmo de una música ensordecedora acompañados por unas espectaculares bailarinas brasileñas contratadas para la ocasión.

Eran los famosos Freaky Fridays de Booking. La web de hoteles reservaba todos los bares de la plaza Rembrandt para que sus empleados se desfogasen. El lema era: “Trabaja duro durante la semana y luego bebe y disfruta”. Era tal el desenfreno que llegaban trabajadores de Booking procedentes de todo el mundo para participar de la fiesta. No sólo estaban los empleados, sino que también se unían sus amigos y familiares. Y cualquier persona que pasara por allí porque para entrar lo único que había que decir es que trabajabas en Booking.

Aquel aquelarre se descontroló y acabó de mala manera dado que había muchos jefes que se emborrachaban y que terminaban acosando sexualmente a sus empleadas. Varios directivos fueron despedidos de manera fulminante por supuestos actos de acoso, aunque la empresa siempre se negó a desvelar las razones. Tampoco se llegaron a aclarar los casos de suicidio que se produjeron entre los empleados por estrés y mobbing laboral.

Las orgías que organizaba y los trapos sucios que rodeaban a Booking saltaron a la luz pública a raíz de la pandemia. 

La empresa recibió una ayuda del Gobierno holandés de 65 millones para paliar las consecuencias del Covid, lo que provocó un escándalo en el país. Los holandeses no podían entender cómo se daba dinero público a una compañía que el año anterior había ganado 4.000 millones y cuyos directivos habían recibido jugosos bonus. Llegó incluso a haber manifestaciones de ciudadanos a las puertas de la sede de Booking en Ámsterdam.

Aquella situación llevó a tres redactores -uno especialista en tecnología, otro en investigación y otro en economía- del prestigioso periódico holandés NRC Handelsblad a investigar en las entrañas de Booking y a destapar los escándalos, las orgías, los casos de acoso sexual y también las mentiras y las artimañas comerciales que habían convertido a la empresa en una máquina de hacer dinero. Las investigaciones de los tres periodistas quedaron plasmadas en el libro La máquina. Booking.com, la verdadera historia. Un relato fascinante del nacimiento y de la exitosa trayectoria de una start up creada en 1996 y que se ha convertido en un gigante que controla el 67% de las reservas hoteleras online en Europa a través de sus marcas Booking, Kayak, Agoda, Priceline y Rentalcars.

Su posición monopolística y las condiciones leoninas que impone a los hoteles han llevado a la CNMC a iniciar un procedimiento contra Booking que podría culminar con una multa histórica de 486 millones por abuso de dominio. La Comisión de la Competencia acusa a Booking de imponer la denominada cláusula de paridad que obliga a los hoteles a aplicar las mismas tarifas en sus habitaciones a las que se anuncian en la plataforma. En definitiva, Booking obliga a los hoteles a aplicar la misma tarifa y las mismas condiciones que ella, lo que supone que Booking fija los precios y prohíbe que un hotel pueda aplicar descuentos por su cuenta. Los hoteleros que denunciaron el caso ante la CNMC argumentan que esta cláusula les provoca una extrema rigidez en sus políticas comerciales y les impide realizar rebajas en determinadas circunstancias del mercado. Booking argumenta que es lógico que los hoteles ofrezcan en sus propias webs al menos el mismo precio que en Booking “porque les damos la oportunidad de promocionar sus establecimientos a través de nuestra plataforma a una amplia base de clientes de todo el mundo”.

Booking también es objeto de críticas de los hoteleros por exigir comisiones excesivas, que llegan al 20%, y por cobrar por casi todo: salir en los primeros puestos de las búsquedas, resaltar sus establecimientos por delante de los de la competencia o tener una mejor puntuación. En el libro, los periodistas holandeses ponen de relieve las mentiras y los trucos comerciales poco éticos que utilizó Booking para dominar el mercado. Como el tramposo mensaje de que “sólo queda una habitación disponible” para intentar presionar a los clientes y empujarles a realizar comprar precipitadas.

Muchas de las situaciones desagradables que se produjeron en el seno de Booking se debieron a su vertiginoso crecimiento. Hubo momentos en que se incorporaban 200 nuevos empleados cada semana, y jefes de equipo que tenían 5 personas a su cargo se encontraban un mes después con que tenían que gestionar 100 empleados. La empresa no estaba preparada para encajar esto y es lo que derivó en una tremenda presión laboral. Las fiestas y las orgías fueron la válvula de escape.

Quien escapó rápido de la empresa fue su fundador, Geert-Jan Bruinsma, un joven estudiante que en 1996 creó la plataforma tecnológica que dio lugar a Booking. Lo que realmente le gustaba era programar y Bruinsma salió cuando la compañía empezó a crecer. Ahora Booking se ha convertido en un gigante que factura 21.000 millones, emplea a 17.000 empleados y ofrece más de 30 millones de anuncios en 150.000 destinos de 230 países. Su valor bursátil alcanza los 118.000 millones tras la caída del 10% provocada por el anuncio de sanción de la CNMC.

Su historia es tan de película que llegará a la gran pantalla porque Warner Bros ha comprado los derechos de la investigación realizada por los tres periodistas holandeses.

 

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