Podríamos asegurar que Liliana Molina es la única atleta mujer de la provincia de Santa Fe cuyo nombre está estampado en el “Hall of Fame” por haber concretado las seis maratones más famosas del mundo.
Desde el 2016 corrió año tras año los 42 K en las “Six World Marathon Majors”, una competición internacional de atletismo creada en el año 2006 que aglutina a las más prestigiosas maratones que se celebran anualmente en todo el mundo, involucrando a majestuosas ciudades en la que la atleta corrió por sus calles iniciando su objetivo en el 2016 en Chicago, continuando en el 2017 por Berlín, regresando a los Estados Unidos para correr Nueva York (2018), luego Tokio y Londres (2019), coronando su hazaña en la legendaria Maratón de Boston (2021), la más emblemática de todas.
Una vez completado el circuito de las 6 carreras, los corredores reciben un diploma con la firma de los directores de las mismas junto a un impactante medallón, que se suma a las medallas recibidas en cada carrera, solo que este último representa la osadía de haber competido en los tres continentes.
Al año siguiente , el nombre del corredor que obtiene las seis medallas , se estampa en el “Hall of Fame”, el Muro de la Fama que en el caso de Molina se concretó en Boston el pasado lunes 12 de abril de 2022. Ese muro se encuentra en cada ciudad donde se corrió la maratón en el sector donde se realiza la expo de la carrera.
Así, Liliana Molina Soljan, se convirtió en la primer mujer santafesina cuyo nombre quedó estampado en el muro de la fama de Boston, habiendo recibido el año pasado el reconocimiento de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe.
Un poco de historia
Casildense de nacimiento, rosarina por adopción, la educación de Molina Soljan transcurrió en su ciudad natal en el Colegio Misericordia, al que faltaba recurrentemente a las clases de gimnasia “Nunca me destaque en el deporte, era de las que se escondía en las clases de educación física”, confiesa.
“Luego la vida nos va llevando por diferentes carriles , la carrera universitaria, los posgrados, la actividad académica, el ejercicio de la profesión, formar una familia y llevarla adelante , postergando la actividad deportiva. Lo mío siempre transitó por el campo intelectual, el deporte siempre quedaba relegado a cuando podía y en forma recreativa”, repasó así su vida cuyo punto de contacto con las carreras llegó recientemente, aunque a juzgar por los resultados, con notable intensidad.
“Ocho años atrás a sugerencia de una amiga, comencé a ir a un grupo de running. Me sentía extraña y caí al grupo con el atuendo menos indicado. Admiraba a mis compañeros que iban desde los Silos Davis corriendo hasta el Monumento a la Bandera. Nunca pensé que yo lo podría hacer. Y de a poco comencé a auto desafiarme”, recuerda la atleta que inició su primer competencia en esta ciudad en una integrativa de 4 km . “Llegue a la meta emocionada y sorprendida de lo que había logrado’. Entusiasmada, abrazo el atletismo aumentando los kilómetros hasta llegar a la distancia de Filípides 42,175 kms o 26.2 millas por primera vez en la maratón de París en el año 2015.
Su maratón favorita:
“La maratón que más me gustó fue la de Boston : es la preferida de todos los runners . Su significado histórico y el atentado terrorista del 2013 generan una carga emocional muy particular.
Llegar hasta allí no es fácil, existen dos opciones: calificar por tiempo o ingresar por sistema de charity. En mi caso fue por el segundo sistema. Fui seleccionada para correr en el equipo ‘261 Fearless’ , cuya líder es Katherine Switzer
Switzer fue la primera mujer que se registra en la maratón de Boston de 19 de abril de 1967 con inicial de su nombre y apellido -KS-, para evitar ser rechazada por su género. Disfrazada de hombre comenzó a correr la distancia de la maratón. Cuando es advertida por el árbitro de la carrera e intenta retirarla, ella se escapa llegando en tiempo récord a la línea de llegada. A partir de ese suceso, comienzan a permitir mujeres en maratones. Fue una atleta icónica que marcó un antes y un después en los derechos de las mujeres. Fundó una asociación llamada ‘261 Fearless’ ( 261 por el número de babero que usó en esa maratón y Fearless por el coraje).
Ingresé a su equipo luego de una selección de postulantes, entrevistas online y la presentación de un plan para recaudar fondos para su asociación . Soy la primera mujer de Argentina que corrió en representación de nuestro país en su charity team.
261 Fearless tiene sede en Boston y filiales en varias ciudades del mundo. Su misión es el empoderamiento de la mujer a través del running, sorteando barreras culturales, sociales y políticas para generar una comunidad internacional en pos de su objetivo, la superación femenina.
La carrera interna
¿Qué siento al correr? Libertad! Complicidad con uno mismo, picardía y felicidad plena al llegar a la meta. Correr es pasión, el entrenamiento para llegar a la distancia maratón requiere constancia, disciplina , renuncia, resiliencia, fuerza y coraje. La satisfacción de llegar a la línea de meta es una mezcla de innumerables sensaciones. El cuerpo , la mente y el corazón se unen en ese inolvidable instante.
El mensaje
Hay que animarse, el límite es uno mismo. Cualquier deporte además de ser saludable, ayuda a tener objetivos, a relacionarse, a levantarse con la motivación de ser mejor que ayer y por sobre todo a sentir que uno está viva.
