La tecnología ha venido a modernizar el mundo y se ha infiltrado en todas las áreas y profesiones. Cada vez hay más desarrollos de software e inteligencia artificial que buscan agilizar los procesos y por tanto, la información legal se tiene siempre a la mano.
Un término está tomando gran relevancia y se ha convertido en un elemento clave a la hora de competir. Se trata de “Big Data”, esos grandes volúmenes de información sistematizada que ahora manejan tanto bufetes como empresas y que según algunos expertos como Richard Susskind, llevará en los próximos años (2020s) a que ciertas tareas de los abogados puedan ser resueltas rápidamente por los computadores.
Daniel Santiago Acevedo, Legal Proyect Manager del Bufete Gómez Pinzón Zuleta de Colombia, explicó que mientras la memoria del ser humano es limitada, la inteligencia artificial puede almacenar inmensas cantidades de información y clasificar los contenidos tanto como se requiera a través de un software.
Dado lo anterior, se plantea la disyuntiva de si la profesión del abogado está llegando a su fin. Mauricio París, miembro de la Comisión de Arbitraje de ICC Costa Rica, explicó que lo que está ocurriendo es que gracias a la tecnología y a las realidades del mercado, lo que se está estableciendo es un cambio de la forma en cómo los abogados trabajan, cómo atienden y están en contacto con sus clientes, los tipos de servicio que ofrecen, y cómo conforman sus equipos de trabajo, y en general, es una transición en la forma en que se estructuran las empresas de servicios jurídicos.
En el Congreso de Arbitraje, realizado en Costa Rica, se debatieron este y otros temas.
Está claro incluso que ahora la comunicación entre el abogado y su cliente se vuelve mucho más inmediata y más eficiente, gracias a los nuevos medios de comunicación tecnológica y a esa disponibilidad digitalizada de información.
Para Acevedo lo que está naciendo ahora es un nuevo mercado de servicios legales. El simple abogado pasará a un segundo plano. Los tiempos modernos hoy requieren a un profesional hábil, con diferentes competencias en diferentes áreas (algo así como un ingeniero jurídico). Incluso con los pasos agigantados de la tecnología, pareciera para este experto, que el derecho de la administración de justicia no dependerá en el 100% de un abogado.
En Estados Unidos, por ejemplo, la American Bar Association le exige desde el año pasado al profesional en derecho tener conocimientos en tecnología relevante para demostrar que se es competente para el ejercicio de la profesión.
En términos tecnológicos existen algunos softwares orientados al área legal. Uno de ellos es ROSS, una aplicación específica del IBM WATSON, capaz de recibir consultas legales en lenguaje humano, traducirlo al lenguaje artificial, buscar información requerida y nuevamente traducir al idioma normal en cuestión de segundos.
No obstante, el panelista dominicano Stephan Adell, de Squire Patton Boogs, duda que tanta información manejada por computadoras sea necesariamente suficiente. Considera que la intervención del abogado es indispensable al menos para hacer la decisión de los casos.
¿Qué ofrece la inteligencia artificial?
– Maneja una gran cantidad de información
– Reduce costos
– Aumenta la competitividad
– Es más eficiente, pues reduce el tiempo de investigación
– Permite realizar tareas complejas
– Permite hacer hallazgos útiles, analizar y hasta comparar información
¿Qué no hacen las computadoras?
– Por el momento ningún sistema es capaz de analizar la conveniencia o no de una prueba.
– No hace juicios de valor sobre el bien o el mal, o sobre el comportamiento ético de una determinada conducta.
– No generan empatía con las partes.
La exigencia hoy para el abogado es adaptarse a los requerimientos de los tiempos, conocer y aprovechar los beneficios que la tecnología le aporta para ofrecer un servicio integral y óptimo.
Este fue uno de los temas analizados en la sesión de los árbitros jóvenes (ICC YAF) el marco del VII Congreso de Arbitraje Internacional de la Cámara de Comercio Internacional que se realiza en Costa Rica y que convoca a más de 250 expertos.