Airbnb, la plataforma de alquileres a corto tiempo muy utilizada por turistas, tiene un equipo secreto de élite para ocultar los delitos que ocurren en sus alojamientos, para lo cual destina una importante porción de su presupuesto y así evitar crisis de reputación que podrían afectar su operatoria.
La existencia de este sector especial en la empresa con sede en San Francisco salió a la luz tras darse a conocer, tras una investigación de Bloomberg, que la firma mantuvo en secreto un terrible crimen perpetrado en uno de sus alojamientos.
Es que este sector especial de Airbnb reacciona de inmediato para ocultar los delitos que acontecen en las propiedades que se ofrecen la plataforma, para lo cual deben desembolsar millones de dólares para compensar a las víctimas y evitar que la situación trascienda.
Según la información, la compañía fundada por Brian Chesky, Joe Gebbia y Nate Blecharczyk, gasta en promedio u$s50 millones al año en compensaciones a clientes víctimas de delitos.
Y a este sector especial, bautizado internamente como la “caja negra“, está compuesto por un centenar de empleados distribuidos en varias ciudades del mundo.
Según la investigación, muchos integrantes de este equipo poseen entrenamiento militar y en servicios de emergencia, o fueron parte de los cuerpos de seguridad de alto nivel.
Y son ellos quienes, cuando se presenta un incidente delictivo en algún alojamiento, se movilizan para contactar a la víctima de inmediato, brindarle apoyo moral a los afectados, y brindarles las facilidades para su atención y comodidad.
Actualmente, la asistencia que se les ofrece a las víctimas incluye una cláusula de confidencialidad en caso de que el incidente llegue a instancias legales para no involucrar a la plataforma, sino directamente a la persona que cometió el delito.
Airbnb detalló que menos del 0,1% de sus viviendas en alquiler –de sus más de 200 millones reservas a través de la plataforma- reportaron problemas de seguridad.
Pese al fuerte impacto que tuvo la crisis originada por la pandemia global de coronavirus COVID-19 en la compañía, las perspectivas de negocio son muy optimistas.
Y esto ocurre más allá de que en mayo despidió al 25% de su plantilla, unos 1900 trabajadores, y revelar hace dos semanas que acumulaba pérdidas por valor de u$s1.500 millones desde 2015. Además, adelantó que “no tendría beneficios en muchos años”.
Estas proyecciones se basan en la recuperación de las reservas en el tercer trimestre, el mejor tradicionalmente para Airbnb, en un entorno muy complejo, con restricciones, cuarentenas, rebrotes y prohibiciones de viajar en muchos destinos del mundo.
La métrica que utiliza Airbnb es el saldo neto de reservas, que sale de restar las reservas menos las cancelaciones.
Fuente: iProUP