Goodsport, Rebel Canyon y Peak Velocity. Estos son los nombres de las tres nuevas marcas de ropa deportiva que el gigante del comercio electrónico ha puesto en el mercado y con las que pretende plantar cara a otras marcas mucho más tradicionales y conocidas como Nike, adidas o Under Armour.
Hace tan solo unas semanas informábamos de las intenciones del gigante del comercio electrónico, Amazon, de poner en marcha una marca propia de ropa deportiva con la que plantar cara a las grandes multinacionales del sector.
Para ello, Amazon informó que ya había alcanzado importantes acuerdos con fábricas especializadas en la producción de tejidos deportivos, fábricas por otro lado que ya tenían alianzas con compañías del sector como Lululemon, Under Armour o Galp. Ahora, tan solo unas semanas después como decimos, el gigante del comercio electrónico ya tiene en el mercado a sus tres nuevas marcas de productos y ropa deportiva, aunque su presentación haya sido sin grandes aspavientos, de manera silenciosa, en su guía de Navidad presentada esta semana.
Así, la multinacional estadounidense ha puesto en el mercado pantalones y chaquetas de su nueva marca Peak Velocity, la nueva línea de ropa deportiva de la compañía. Amazon comenzó su venta a finales del pasado mes de Octubre aunque no ha puesto en marcha ninguna estrategia publicitaria al respecto. Por el momento, la firma pretende adentrarse de manera silenciosa y sin grandes alardes en un negocio, el de la ropa deportiva, dominado por marcas como adidas, Nike o Under Armour, muy pendientes en las últimas semanas de los movimientos que Amazon está dando en este sentido.
Amazon pretende llegar al mercado sigilosamente para que, cuando sus grandes rivales se percaten, sus marcas estén ya más que consolidadas. Con dos líneas claramente diferenciadas como punto de partida: Metro Fleece, con prendas de costes más elevados, y Quantum Flece, a precios más económicos. La primera, destinada a atletas y deportistas, solo está por el momento disponible para hombre con precios que van desde los 79 dólares por una sudadera a los 29 dólares por un pantalón corto, aunque se espera que en los próximos meses llegue la verdadera estrategia de Amazon al respecto con precios bastante más rebajados.