El homenaje de la compañía a la camiseta utilizada por España en el Mundial de Estados Unidos de 1994 ha acabado convirtiéndose en un arma arrojadiza para los partidos políticos españoles, envueltos en la polémica de la declaración de independencia de Cataluña
Cuando hace aproximadamente un año los creativos de la compañía alemana adidasconcibieron el diseño de la camiseta con la que España disputará el próximo Mundial de Rusia 2018, un diseño con claras referencias a modo de homenaje a la utilizada por la selección dirigida por Julen Lopetegui en el Mundial de Estados Unidos del año 1994, jamás pensaron que su presentación oficial iba a estar salpicada con tantas connotaciones políticas.
La camiseta de la República
Sin embargo, el tenso escenario político que se vive en España con la declaración unilateral de Independencia de Cataluña y todas las consecuencias que ello ha traído, políticamente hablando, ha supuesto el caldo de cultivo ideal para que dicho acto, la presentación oficial de la camiseta española, que ya se había filtrado desde hace semanas en las redes, fuera esperado por muchos para lanzar sus proclamas a favor o en contra de las mismas.
Así, no han sido pocos los que han querido ver en el diseño, repetimos, en el que no hay que ver más que un homenaje a la camiseta de USA 1994 y preparado hace algo más de un año, cuando la tensión política en España no era la actual, un guiño a la Tercera República que muchos demandan se instaure en España, con los colores, rojo, amarillo y morado, de la bandera republicana en la misma a modo de homenaje a dicha consideración.
A partir de ahí, desde el momento en que los políticos españoles han comenzado a utilizar la nueva camiseta de España para sus propios intereses, todo se ha desencadenado. Voces a favor del diseño y otras mucho más beligerantes en contra del mismo han puesto a la compañía en una difícil posición de la que va a resultar realmente complicado salir de la misma sin daño alguno.
Son muchos los aficionados que ya han criticado abiertamente dicho diseño y han amenazado a la marca con boicotear la camiseta, lo que ha llenado de preocupación a la firma que ha tenido que salir a solicitar que se deje de visualizar la elástica en términos políticos, nada más lejos de la realidad.
Sea como fuere, el daño ya está hecho y adidas se enfrenta a una dura crisis de reputación de imagen que deberá atenuar, sino quiere que la misma se extienda, con una inteligente campaña de marketing en pos de dicha camiseta y desvinculándola de manera definitiva de cualquier matiz político, algo que tendrá realmente complicado de conseguir visto el escenario que en ese sector, el político, se vive en la actualidad en España.