Manuel Carizza tuvo sus inicios en el rugby en Jockey de Rosario, donde se destacó desde muy joven, llevándolo a integrar rápidamente los seleccionados nacionales.
En Los Pumas debutó en el año 2004, además con la camiseta del conjunto nacional participó en la Copa del Mundo 2011, además disputó el Rugby Championship en 3 ocasiones, cerrando su etapa con el equipo argentino en 2015.
Tras un larga carrera profesional, donde pasó por Biarritz, Stormers y Racing 92 entre otros equipos del mundo, el rosarino se instaló en la ciudad de Biarritz, donde vive en la actualidad y tiene un nuevo proyecto: “Lobita Café”.
“Lobita Café surgió en los últimos años de mi carrera, siempre fui un apasionado del café, nos decidimos con mi mujer y desde cero comenzamos un proyecto que nos llevó más o menos un año y medio en armarlo, fue largo pero se aprendió muchísimo”.
“Nos encontramos en un stand en el Mercado Municipal de Biarritz, hacemos café de especialidad, con algo de pastelería que hace mi mujer, como toque Argentino tenemos alfajores que hacemos nosotros mismos” aseguró Carizza.
Por otro lado, el ex segunda línea habló del proceso que tuvo dejando el rugby para emprender: “Creo que el click lo hice bastante natural, no sufrí mucho haber dejado el deporte, lo digerí el tiempo que necesité, fue bueno también tener este proyecto para cambiar de energía y renovarse con nuevos desafíos diferentes del rugby”.
Además de “Lobita Café”, Manuel Carizza también tiene otro emprendimiento, se trata de 2456 wines, que comparte con Eusebio Guiñazú, Julio Farías y Patricio Albacete, todos ex compañeros y amigos en Los Pumas.
“El proyecto de 2456 se dio de manera muy natural, arrancó como un hobby, un proyecto chico, por suerte estamos creciendo cada vez más, estamos exportando a Francia, España, Italia y tenemos otros mercados a los cuales queremos llegar”.
“Estamos muy contentos porque tuvo muy buena repercusión, son vinos muy ricos, no es una etapa muy fácil para emprender, pero esperemos que las cosas mejoren para seguir ampliándonos” concluyó Carizza.
