A pesar del surgimiento de nuevos empleos vinculados al desarrollo tecnológico y a las oportunidades que brinda internet, carreras como medicina, derecho y contabilidad continúan encabezando la lista de las más demandadas por los estudiantes que ingresan a la vida universitaria.
Y puntualmente, contabilidad, es una de las de mayor crecimiento en los últimos años. Miles de estudiantes se anotan cada año en las distintas universidades del país para iniciarse en el primer curso de contabilidad.
Las razones por las cuales se incrementa esta tendencia a carreras vinculadas con la economía son varias, pero principalmente la alta demanda laboral y las buenas compensaciones económicas.
La contabilidad es una profesión con gran responsabilidad, que requiere de ciertas características personales, y con un gran poder de análisis de la información que serán las que marquen el éxito del contador en su trabajo.
Continua salida laboral
Tanto en organismos públicos, como en organizaciones privadas, los contadores tienen un rol determinante en las finanzas y en el orden general.
Este lugar que ocupan dentro de una institución, tan importante y trascendental, los ubica como una profesión con abundante demanda de personal en las áreas económicas y financieras.
Incluso existe la posibilidad de trabajar de forma autónoma, como un consultor externo, o bien llevando la contabilidad de personas particulares y de pequeños aportantes.
Este extenso abanico abre continuamente puertas para los estudiantes recién graduados y aquellos que tienen una trayectoria marcada en el rubro.
Un empleo con prestigio y buena paga
Ya desde el primer curso de contabilidad, los alumnos que se inscriben saben que se trata de una profesión que les puede permitir tener buenos ingresos mensuales, como así también, un reconocimiento por la importancia de su labor.
En cualquiera de las formas que se emplee, sea autónoma, privada o pública, los salarios son bien remunerados y permitirán llevar un buen pasar económico.
Sin contar que durante la carrera se adquieren habilidades para realizar sus propias inversiones y mejorar el rendimiento del dinero propio. Este dato no es menor, ya que la toma de decisiones con los ahorros particulares es sumamente importante para hacer rendir al máximo esos pesos de más.
Desde el punto de vista del reconocimiento, los contadores han adquirido prestigio debido a la posibilidad de ocupar importantes cargos en entidades privadas como bancos y empresas de gran valor, o en instituciones públicas como Ministerios y cargos políticos de gran magnitud.
Ese prestigio se basa principalmente en la capacidad de poder analizar la información financiera y contable, y de tomar decisiones a partir de esa información para potenciar los números finales.
Importancia de la información financiera
Una de las principales herramientas con la que trabajan los contadores es la información contable y financiera de una organización.
Es muy importante para poder evaluar los riesgos y las ganancias que se pueden llegar a generar con cualquier decisión administrativa.
El contador deberá ser un apasionado por los números, tener continuamente en su mente todo lo que ocurra en los balances para poder decidir correctamente los pasos a seguir.
Además, es vital estar informado continuamente de lo que ocurre en el mundo financiero, y en la macro y micro economía del país o los países en los que ejerce su profesión.
También es otra gran virtud la de poder llevar un orden y control total del área contable, con una organización lo más precisa posible para que no quede ningún cabo suelto.
Análisis de la información contable
La sistematización y organización de esa información permitirá realizar un análisis exacto de la situación de la institución.
Poder hacer análisis certeros y confiables no harán más que potenciar al máximo el rendimiento general, con mejores ganancias y optimización de recursos.
Decisiones a partir de la información
Ese análisis de la información financiera, que previamente se sistematizó y organizó de modo claro, le permitirá al contador tomar las decisiones adecuadas con respecto a inversiones y riesgos que le permitan a la institución en la que trabaja ganar dinero.
La sumatoria de buenas decisiones elevan el prestigio profesional y permiten un crecimiento personal y del área contable.
Características que debe tener un buen contador
Como hemos visto, el orden es una de las cualidades más importantes para un profesional de la contabilidad. A partir de la organización y la sistematización de datos e información se sientan las bases firmes para el resto de las tareas.
Para ello debe estar amigado y actualizado con las herramientas tecnológicas que ayudan a esa organización.
Debe tener pasión por los números y las matemáticas. Un buen contador piensa todo el tiempo en números y cuentas.
También, la capacidad de asumir riesgos, y en caso de que algo salga mal, tener una posible solución previamente analizada.
Otra virtud es la de estar continuamente informado en materia de política económica tanto nacional como internacional, para poder anticipar una tormenta financiera o un período de estabilidad.
Conocer a fondo las reglamentaciones y leyes que regulan su trabajo, y los requerimientos estatales que varían continuamente en materia impositiva. Para ello debe capacitarse periódicamente para estar vigente con todas las normativas.
Otra virtud para ser un buen contador es la honestidad para decir la verdad por más cruel que sea. Muchas veces las noticias que se comunican desde la parte contable no son buenas, pero siempre es preferible ser sincero y dejar todo bien claro.
La conformación de buenos equipos de trabajo también es una característica sumamente importante. El liderazgo para crear buenos ambientes, con personal que cumpla de la mejor forma su labor, será una de las claves para elevar la calidad del trabajo final.
Conclusiones
La contabilidad sigue siendo una carrera de las denominadas “tradicional” con gran concurrencia de alumnos que saben que es una profesión con buena paga y con ofertas continuas del mercado laboral.
Ser contador da prestigio, pero requiere de mucha responsabilidad y características muy específicas que, de tenerlas, le permitirán desarrollarse en cualquier ámbito y organización pública o privada.
