La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta preocupante: el consumo de cigarrillos electrónicos entre niños y jóvenes está creciendo a un ritmo alarmante. Lo que comenzó como una alternativa para adultos que buscaban dejar de fumar, se ha convertido en una moda entre los adolescentes, muchos de los cuales nunca han fumado cigarrillos tradicionales.
Influencers y publicidad engañosa
- La OMS señala que la promoción de cigarrillos electrónicos a través de redes sociales e influencers, sumada a la oferta de más de 16.000 sabores atractivos , está dirigida directamente a los jóvenes.
- Además, muchos de estos productos utilizan diseños atractivos y personajes de dibujos animados, lo que aumenta su atractivo para las generaciones más jóvenes.
- Es común ver a músicos, artistas y creadores de contenido utilizando vapers en sus redes sociales, lo que influye en sus seguidores jóvenes.
El mito del bajo riesgo
- Existe la creencia generalizada de que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos que los tradicionales, pero esto es falso.
- “El discurso de que se trata de una alternativa más “segura” que el cigarrillo convencional genera una percepción de bajo riesgo que los hace aún más atractivos”, explicó Evangelina Cueto.
- “Existe una idea de que es inocuo y eso fomenta su uso”. “Se genera la idea de que no generan efectos negativos y eso hace que se consumen en mayor medida”, añadió el psicólogo Miguel Espeche.
- Según la OMS, los cigarrillos electrónicos no solo no son eficaces para dejar de fumar, sino que aumentan el riesgo de consumir cigarrillos tradicionales, especialmente entre los jóvenes.
- Estudios demuestran que el uso de cigarrillos electrónicos casi triplica el consumo de cigarrillos convencionales entre los jóvenes.
- Estos dispositivos contienen nicotina y otras sustancias tóxicas, y algunos productos etiquetados como libres de nicotina en realidad la contienen.
- El consumo de nicotina en adolescentes afecta negativamente el desarrollo cerebral, con consecuencias a largo plazo como trastornos del aprendizaje y ansiedad.
Estadísticas preocupantes
- En Argentina, la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes (EMTJ) de 2018 reveló que el 7,1% de los estudiantes secundarios de 13 a 15 años consumían cigarrillos electrónicos, y el 14,4% los había probado.
- Una encuesta de FIC Argentina en 2023 en la Ciudad de Buenos Aires mostró un aumento al 8,9% de consumidores actuales entre adolescentes de 13 a 18 años.
- El 61% de los adolescentes encuestados comenzó a consumir cigarrillos electrónicos entre los 14 y 15 años.
- El 69% explicó que accedió a los vapeadores porque alguien se lo ofreció.
- El 47,7% de los encuestados estaría dispuesto a probar o consumir cigarrillos electrónicos en el futuro.
- Solo el 11% de los adolescentes considera que los cigarrillos electrónicos son dañinos para la salud.
Regulación y concientización
- En Argentina, la importación, distribución, comercialización y publicidad de cigarrillos electrónicos está prohibida desde 2011.
- La OMS recomienda a los países fortalecer la aplicación de prohibiciones, regular rigurosamente la comercialización y analizar estrategias para dejar de fumar.
- La concientización y el rol de los padres son fundamentales para prevenir el consumo. Es crucial brindar información clara y abrir conversaciones con los adolescentes.
- “Proteger a los adolescentes de estos productos implica conversaciones abiertas y acceso a información clara, sin alarmismo pero con evidencia. Porque si hay algo que sabemos es que los discursos de prohibición sin contexto solo generan más interés”, planteó Mario Bedosti, de la Fundación Internacional del Corazón.
- Los padres deben estar atentos a las causas profundas que pueden llevar a sus hijos a consumir estas sustancias.
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