“No descarto en absoluto que en algunas de las economías regionales tengamos modificaciones de las retenciones a la baja. Estamos haciendo un trabajo para ver cómo impactaría esa decisión, entendiendo que, si está al alcance presupuestario, podríamos avanzar”, sostuvo el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
Las declaraciones del funcionario se dieron tras el debate del Presupuesto 2023 en la Cámara de Diputados, donde las tablas no le devolvieron la posibilidad de manejar el derecho a la exportación al gobierno. Además, mientras se mantenían las disputas, Sergio Massa anunció un subsidio para pequeños y medianos productores, con hasta 400 hectáreas, y que no hayan participado del plan “Dólar Soja”. Los representantes del campo salieron al cruce y no dudaron: “Estas últimas medidas son todo humo, son mediocres y no generan efectos positivos”.
Estas palabras pertenecen a Soledad Aramendi, presidente de la Sociedad Rural de Rosario (SRR), que habló en exclusiva con ON24 y dijo terminantemente: “Las retenciones no deberían existir”. En esta línea, pidió mirar “los países vecinos que no las tienen y generan una capacidad de inversión del productor, que se derrama en el resto de la cadena, actividades y la sociedad”.
La referente del campo recordó: “Argentina hace muchos años tiene retencioes, pero nunca con la carga impositiva que hay actualmente”. Según el último informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), de cada $100 que genera un productor agropecuario, $61,30 son para el Estado. Esta cifra es el promedio de los cuatro granos más importantes del país. En caso de querer identificar cada uno, por cada $100 que genera un productor sojero, $67,70 van para el Estado; el maíz paga $53,40; el trigo $50,90; y el girasol $49,90.
Aramendi exigió “un plan macroeconómico que integre una sumatoria de medidas para acomodar al país” y entre los puntos principales, enumeró: “Un sólo tipo de cambio, liberar exportaciones, eliminar retenciones, bajar impuestos y generar previsibilidad para motivar, finalmente, un aumento de la inversión”.
En cuanto a la quita de impuestos a la exportación, Aramendi tomó como ejemplo el cordón manicero de Córdoba e invitó a ver el crecimiento del sector. “Ojalá se bajen las retenciones. Es un tema que tiene que generar conciencia social”, deslizó.
Por otro lado, la presidente de la Sociedad Rural de Rosario fustigó el anuncio apuntado a los pequeños y medianos productores al explicar: “Son imposibles de cumplimentar, por las restricciones, más allá de que no podés tomar medidas sesgadas, en conclusión, no tendrán ningún efecto positivo”.
Podrán participar aquellos productores pymes que no se registraron en el Programa de Incremento Exportador (PIE) conocido como “dólar soja” y, en el caso de específico de la oleaginosa, quienes no tengan más de un 15% de stock retenido. Los productores que quieran recibir los beneficios deberán anotarse en un registro de AFIP, que luego validará las habilitaciones. “El gobierno apuntó a productores que no habían vendido soja con el dólar soja y a su vez que no tuvieran stock. La verdad que eso no es querer propiciar la producción”, arremetió Aramendi. Los productores de hasta 400 hectáreas de soja recibirán $6.000 por hectárea, mientras que los pequeños productores de maíz, es decir hasta 100 hectáreas, recibirán $20.000 por cada una de ellas.
Asimismo, recalcó la importancia de “un solo tipo de cambio”, aunque reconoció que para lograr este cometido “sin afectar a los argentinos se necesita un plan macroeconómico”.
“Hoy es más agobiante el tipo de cambio que las retenciones; las retenciones no deberían existir y el tipo de cambio debe ser único”, concluyó.
POR REDACCIÓN ON24
