Continuando con la cobertura del Coloquio IDEA 2018, nuestro enviado especial Garret Edwards dialogó en exclusiva con el Gobernador de la Provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz. En un breve pero profundo mano a mano, respondió sobre la evolución de los índices vinculados a la inseguridad y sobre la coyuntura económica. Relativizó el aumento de la tasa de homicidios argumentando que “un 80% corresponde a ajustes de cuentas de organizaciones vinculadas al narcomenudeo”. También se refirió al aumento de los impuestos y la baja de la inversión pública: “Llamémosle ajuste, aunque me parece un término que resulta antipático”.
Una vez más nos encontramos en un Coloquio de IDEA. ¿Cree que se debaten siempre los mismos temas?
He venido a los últimos quince coloquios, salvo por uno. Diría que los temas y los desafíos se repiten. Si bien los escenarios económicos cambian, siempre estamos como volviendo a empezar. Ayer y hoy en los paneles se hablaba de que nunca terminamos de encontrar un camino que permita consolidar lo positivo que vamos construyendo y, a partir de ahí, seguir creciendo.
Usted expresó que Santa Fe no va a ser socia del ajuste: ¿esto forma parte de una declaración política o de una económica?
Lo que quise expresar con claridad es que no compartimos que el camino para salir de la crisis sea solamente el ajuste; creemos que es indispensable que Argentina, seriamente y con una resolución política madura, avance en una reducción del déficit fiscal de la nación y de las provincias. Eso debe hacerse de manera concertada porque es un acuerdo social que implica reducir gasto público, pero también implica repensar cómo estamos recaudando, cómo se constituyen los recursos del Estado y cómo se distribuyen.
A la tarea de reducir el gasto la podríamos llamar ajuste, que es un nombre antipático, pero debemos articularla con medidas de desarrollo de la economía y de apoyo a la inversión, que es lo que no estamos viendo hoy en la Argentina.
Luego de dos años en los cuales las variables vinculadas a la inseguridad bajaron, este año volvió a aumentar la tasa de homicidios. ¿Cómo explica este fenómeno?
En todos los índices relativos a la inseguridad hemos mantenido la tendencia a la baja, salvo en el de homicidios. Sin embargo, casi el 80% de los casos tienen que ver con ajustes de cuentas entre agrupaciones relacionadas al narcomenudeo. Esto está demostrando que necesitamos nuevas herramientas para combatir este fenómeno, como la Ley de Narcomenudeo y la desfederalización de la lucha contra el narcotráfico. Esto nos va a dar una herramienta muy importante para poder intervenir con la justicia provincial sobre estos lugares de venta minorista de drogas en los barrios más vulnerables.
¿Cree que otro gobierno retome el debate sobre la reforma constitucional? ¿Piensa en una proyección política suya a nivel nacional?
Creo que instalamos el tema de la reforma constitucional. Por primera vez se habilitó una discusión legislativa, aunque quizás hubo especulación o faltó madurez en la clase política santafesina. Creo que pusimos la pelota en el área y que el próximo gobernador va a poder hacer el gol; en los próximos cuatro años vamos a tener reforma constitucional cualquiera sea el gobernador. Estoy conforme con haberlo impulsado más allá de no haber alcanzado el resultado final.
Con respecto a lo personal, la verdad que tengo primero un fuerte compromiso con mi puesto actual porque en tiempos de turbulencia nunca hay que soltar el timón. Hay que estar muy encima de la gestión y tengo la responsabilidad de acompañar un proceso electoral que nos permita la continuidad en la provincia. Mientras tanto, vamos a trabajar en la construcción de una política nacional porque si ésta se va a dividir en un debate entre Cambiemos y el Kirchnerismo, hay por lo menos un 40% de la población que se queda afuera y necesitan tener otras propuestas que puedan estar más cerca de sus ideas.
