Tener una mascota en Rosario puede llegar a costar unos 6000 pesos mensuales, según nuestro propio relevamiento. Cada vez más emprendimientos y servicios se afianzan en la ciudad, al tiempo que la veterinaria y la crianza hogareña toman nuevos rumbos. A medida que las campañas de concientización crecen en número y en efecto, y las escalas salariales lo permiten, las personas se inclinan por contratar más y mejores prestaciones, que van desde prepagas de salud hasta adiestradores y entrenadores.
Fuera de los negocios, los veterinarios también mejoran su propio rubro, con un nivel de especialización mucho más elevado que el tradicional. Según el médico veterinario Federico Damiani, especializado en endoscopia y cirugía laparoscópica con mínima invasión, la derivación de pacientes es cada vez más común. “Actualmente en la ciudad hay médicos cardiólogos, ecografistas, endocrinólogos e, inclusive, subespecializaciones como las que hay en el área de la cirugía”, explicó. Por su parte, ramas como la etología ganan cada vez más terreno a la hora de tratar problemas de comportamiento.
En su edición de junio de 2019, The Economist publicó un artículo titulado “Pets have gained the upper paw over their so-called owners”, que en español significa “Las mascotas ganaron ‘de pata’ sobre sus supuestos dueños”. En el mismo, se plantea el contraste entre la opresión que el ser humano ejerce sobre el ganado y ciertas especies salvajes, y el modo en que los animales domésticos lograron “humanizarse” y obtener mayores beneficios de sus propietarios.
Lo cierto es que el boom de las mascotas ha traído aparejado un nuevo mercado de productos y servicios. No solo hay una mayor variedad de alimentos balanceados y otras “delicatessens” en las góndolas de los petshops y supermercados; los paseadores y entrenadores profesionalizan sus métodos, ofrecen actividades diferenciales y algunos hasta se encargan de la práctica de deportes para perros. Algunas guarderías comenzaron a promocionarse como “hosterías” en las que se ofrecen paseos, espacios verdes para jugar, caniles más espaciosos y servicios de traslado incluidos. A mayor escala, en Rosario, Mascota24 primereó en el mercado de las coberturas médicas integrales y el servicio de atención veterinaria a domicilio.
Un dato no menor es que al revisar los datos de búsqueda de Google, las consultas en la plataforma sobre “mascotas” o “veterinarios” han mostrado un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años. Posiblemente, las campañas de concientización y adopción responsable hayan jugado un papel muy importante en esta tendencia; según Google Trends, Santa Fe se ubica en el tercer puesto a nivel nacional en popularidad del término “perros en adopción”.
Los nuevos servicios
Por las mañanas o al atardecer, las plazas y parques de Rosario se llenan de gente paseando sus mascotas. También aparecen los famosos paseadores con grupos de perros atados a la cintura o a algún pretal especial. Sin embargo, también hay lugar para emprendedores y profesionales menos convencionales. Gaelle Forneris, por ejemplo, es educadora canina y se especializa en el entrenamiento de canicross y adiestramiento canino.
Canicross es un deporte en el que los perros corren atados a la cintura del entrenador. A diferencia de un paseo convencional, para este caso se utiliza un pretal específico y una cuerda elástica para que el animal sea el que tire. “El deporte favorece mucho el vínculo con los dueños, además de mejorar la salud”, explicó. Por otro lado, comentó que este tipo de actividades y el correr en manada pueden ayudar a perros a superar su miedo a la interacción con otros de su especie. No obstante, aclaró que no es apto para todas las razas, particularmente para las branquicefálicas como los pugs, dado que no tienen una buena capacidad aeróbica.
Las campañas de adopción han tenido un impacto importante en su actividad como educadora: “Recibo muchos perros con miedo. Muchos han sido maltratados o son rescatados o que no han tenido un buen imprinting”. Según pudimos averiguar con la protectora local ProPatas, el número de adopciones ha crecido sostenidamente hasta un promedio de entre 16 y 20 animales dados por fin de semana.
En cuanto a la metodología, los collares de ahorcamiento y las órdenes tan comunes en otra época, han sido reemplazados por modelos cognitivos y recompensas con comida. En cuanto a la frecuencia de trabajo, es de una vez por semana con cada perro y los tratamientos de adiestramiento suelen prolongarse por tres meses.
Claro que el renovado abanico de servicios para mascotas no se queda ahí. Varios particulares también ofrecen sus propios vehículos adaptados para el traslado de animales, mientras que otros miles ponen a disposición sus hogares en DogHero, como si se tratara de un Airbnb para mascotas. Sin embargo, yendo un poco más lejos, las hermanas Marisa y Marcela Robledo, oriundas de Rosario, instalaron en Serodino su propia Hostería & Spa Canino, donde ofrecen un espacio de vacación para canes.
Ambas son médicas veterinarias, aunque Marisa se especializó además en etología canina y felina. Más allá de que su actividad principal es la clínica que atienden en Córdoba 6217, han logrado anexar una propuesta que de guardería que combina caniles amplios de 12 metros cuadrados de superficie, un amplio área parquizada y horarios de paseo y juego, con la atención médica profesional de ambas. Una noche en la Hostería tiene un precio base de 450 pesos aunque, según aclararon, contratando más de diez días el precio baja.
“Trabajamos con hasta 23 perros en simultáneo para garantizar la calidad del servicio”, explicó Marisa. Además, para evitar conflictos de cualquier índole y facilitar la integración de las mascotas, mantienen a los animales separados por categorías entre sociables y poco sociables, y por su tamaño. “La gente es cada vez más exigente con lo que contrata y casi nadie hace una reserva con solo levantar el teléfono. Muchos hasta piden venir a conocer las instalaciones en Serodino”, comentó.
Las empresas, también
Fuera de los emprendimientos particulares, las empresas de mayor envergadura no son ajenas a estos nuevos clientes de cuatro patas. Mascota24, por caso, es una unidad creada por CIBA para atender la demanda de un público familiar que ahora tiene uno o varios integrantes más. La empresa ofrece una cobertura médica integral para perros y gatos, incluyendo descuentos en alimento y atención médica a domicilio entre otros servicios.
Según contó Nazarena Ludueña, gerente comercial de la firma, M24 comenzó su actividad en 2018 bajo la razón social Prevet SRL, desprendido de una firma que lleva más de cuarenta años en la prestación de servicios integrales orientados a las familias. “Entre tantas visitas médicas que realizamos a los distintos hogares, encontramos que había una demanda insatisfecha en cuanto al cuidado de las mascotas. Cada vez son más importantes en la vida familiar y por eso buscamos diseñar planes a medida de lo que cada cliente necesite”, explicó.
Actualmente, la cobertura básica ofrecida tiene un costo de 550 pesos por mes, con alcance a la zona de influencia de Rosario, incluyendo Funes, Pérez, Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán y San Lorenzo. Esta tarifa abarca la cobertura de una única mascota, en el caso que haya más animales que requieran del servicio, se emplea una escala de valores bonificada, pero a partir de la cuarta mascota, los valores se vuelven a repetir.
Mascota24 trazó un modelo que incluye las visitas de médicos veterinarios a domicilio, bonificaciones en medicamentos y vacunación de hasta el 50%, una bonificación total del tratamiento desparacitario y descuentos del 25% en la compra de alimentos y accesorios. También han logrado integrar a la propuesta una lista de servicios en caso de fallecimiento del animal, que incluyen la extracción a domicilio y la cremación.
Los nuevos veterinarios
Los profesionales de la salud animal no podían quedarse atrás en su abordaje de la profesión. Hablando con algunos de ellos, destacaron una diversificación de la actividad otrora impensada, así como una mayor cantidad de derivaciones de consultas. Por caso, Federico Damiani se especializó en endoscopía y cirugía laparoscópica en el área de la mínima invasión. Juliana Bogao, buscó su especialidad en el estudio y tratamiento de las conductas animales, la etología.
Ambos coinciden en que el florecimiento de nuevos especialistas ha traído una consecuente mejora en la calidad de la atención y tratamiento. “Creo que viene una camada de veterinarios que están mucho más dispuestos a trabajar en conjunto y abarcar más áreas de la ciencia”, expresó Damiani. Por su parte, Bogao remarcó la buena cantidad de derivaciones que recibe por parte de colegas para tratar problemas de conducta.
Las enfermedades y consultas también han cambiado con el paso del tiempo. Mientras que enfermedades más comunes como la leptospirosis y el moquillo son cada vez menos frecuentes, comienzan a aparecer nuevas patologías como la obesidad, diabetes y problemas renales. Los gatos, las mascotas del momento, según Damiani, son los más propensos a mostrar este tipo de problemas. Un cambio de tendencia hacia las consultas y diagnósticos preventivos también se ha vuelto notorio en los últimos tiempos.
Fuera del surgimiento de nuevos profesionales, la incorporación de nueva tecnología puede suponer una barrera para el avance de la veterinaria a nivel local. Según comentó Damiani, el equipamiento de diagnóstico como tomógrafos y resonadores magnéticos tienen costos bastante elevados que deben ser cubiertos por los propios médicos veterinarios.
Por otro lado, Bogao subrayó que la ansiedad por separación es uno de los problemas que más acostumbra tratar en sus consultas. Según explicó, su actividad consiste en reunirse y entrevistar a las familias poseedoras de perros y gatos con problemas de comportamiento. “Una vez analizada toda la situación, se hace un diagnóstico y se envía un informe. Si bien en algunos casos se puede recetar medicación, es importante remarcar que ésta no soluciona el problema por sí sola”, relató.
Para Bogao, el éxito de los tratamientos que elabora depende en un 100% del comportamiento y cambio de hábitos de los humanos que estén en el entorno del animal. Por lo general, cada uno dura entre dos y tres meses para presenciar buenos resultados. Sin embargo, aclaró: “Es necesario mantener luego el comportamiento que tuvieron durante toda esa etapa”.
¿Hay gente dispuesta a modificar sus conductas para lograr una mejor convivencia con perros y gatos? La respuesta es sí. Etólogos, veterinarios, propietarios de guarderías, entrenadores, empresarios y protectoras coinciden en que las mascotas reciben cada vez más atención. Existe un público que exige servicios y atención médica de mayor calidad y complejidad. Quizás la humorada de The Economist no esté muy errada, ¿quién es el “dueño” ahora?