“No exagero”, dice Ignacio Garciarena en su extenso y muy interesante hilo de X. “Dadas las condiciones que hoy se están discutiendo, y que tienen fecha de vencimiento el próximo 12 de febrero, lo que ese día se defina podría generar un sobrecosto enorme a la producción, ya que la licitación está planteada para 30 años, con una extensión posible a 30 años más”.
Así se expresa el profesor Ignacio Garciarena, quien es un prestigioso analista, especializado en Agronegocios, con experiencia en gestión pública y privada.
Cuestiones infundadas
“La cuestión de estos plazos tan largos previstos en la actual licitación es infundada, ya que no hay necesidad de grandes inversiones iniciales que lo justifiquen, además los cambios tecnológicos que seguramente vendrán, tampoco podrán ser tenidos en cuenta con plazos tan dilatados. De arranque, la licitación prevé un incremento de entre 2,5 y 3 dólares por tonelada, equivalente a una transferencia de recursos de 7.5 millones de dólares del sector productivo hacia la adjudicataria. Tengamos en cuenta que empresas navieras y exportadores trasladarán sus costos al productor. Obvio”.
Falta de transparencia
“Tal como está diseñado el pliego licitatorio, deja como único oferente (las condiciones parecieron hechas a imagen y semejanza del concesionario actual) justamente a quien opera hoy la Hidrovía.
Sin opinar sobre su competitividad y eficiencia, este condicionante atenta contra la libre competencia, virtud que el actual Gobierno pregona a cuatro vientos. Contrasentido”.
“Otra… mientras el dragado de canales en Montevideo y Santos alcanza profundidades de 43 y 49 pies respectivamente, el tramo correspondiente a Buenos Aires solo llega a 34 pies, con una proyección limitada a 39 pies. Esta diferencia estructural reduce la capacidad operativa de los buques que ingresan, limitando su carga al 25% de su capacidad y encareciendo proporcionalmente los costos logísticos”.
“Esta profundidad de 39 pies ya es acotada para los actuales buques, ni hablar si tenemos en cuenta que el tamaño de los barcos sigue creciendo en post de prestaciones más competitivas, haciendo que este dragado esté condenado a ser insuficiente desde el primer momento”.
Estructura de Costos
Continuando con su análisis, Garciarena agrega que “la ineficiencia estructural de nuestra Hidrovía y sus puertos agrava la desventaja competitiva frente a países como Uruguay y Brasil. Exportar un contenedor desde Bs As cuesta tres veces más que desde Montevideo o Santos. Si esta situación no se aborda de manera integral, nuestros puertos podrían convertirse en simples puntos de conexión para barcazas, perdiendo protagonismo en el comercio internacional”.
“Cambio de diseño… aprovechando el vencimiento de la concesión, se podría plantear un cambio en la traza de la Hidrovía que hoy sigue el cauce del Paraná de las Palmas, naturalmente es menos profundo, por lo tanto más caro de mantener, que el brazo Paraná Guazú y Paraná Bravo”.
Pensar un cambio de trazado
“Según los especialistas, un cambio de trazado generará un tráfico más fluido y menos oneroso de mantener. Recordemos que los sobrecostos que esta licitación genere no serán absorbidos ni por las navieras, ni por los exportadores, serán trasladados a los productores agrícolas”.
“Si vemos el recorrido del Paraná Guazú (menos vueltas) y su flujo de corrientes de agua y sedimento, notamos claramente que es una opción mucho más viable que el actual recorrido por Paraná de las Palmas. Alejandro Bustamante lo compara con una autopista y una colectora… hoy dragamos la colectora! La Hidrovía presenta muchas situaciones en todo su recorrido desde el mar hasta la confluencia con el Paraguay. Por qué dejar en manos de un solo concesionario semejante responsabilidad? No sería más inteligente abrir el pliego en más de una licitación, distribuyendo riesgo?”
Tanto apuro ante un eje estratégico
Garciarena concluye: “dado la cantidad de temas a definir sobre un tema tan sensible y de tal dimensión e incidencia temporal, merecerían ser tratados en profundidad y con más tiempo, permitiendo la participación de todos los actores relacionados. El vencimiento licitatorio del 12 de febrero, el mes próximo, parece demasiado escueto dado la importancia del tema en cuestión. La Hidrovía representa un eje estratégico para la economía de nuestro país, ya que a través de ella transita el 90% de las exportaciones, equivalentes a aprox 30 mil millones de dólares por año. La región del río Paraná alberga el segundo complejo agroexportador más grande del mundo. Pensemos seriamente el destino de la Hidrovía. Apelemos al sentido común, no es moco de pavo!”.
Así se expresa Ignacio Garciarena apoyado en algunos conceptos y gráficos vertidos del excelente trabajo del Ing Alejandro Bustamante, según lo refiere en su cuenta de X.
Garciarena marca contradicciones en el apuro por definir la licitación a partir del mes próximo, sobre un tema muy importante por un plazo tan extenso con un recorrido igualmente largo y diverso, sobre el segundo camino agroexportador más grande del mundo. Por qué tanto apuro, si falta transparencia, si los costos no están medidos, si el beneficiario será uno solo para un eje estratégico que, mal barajado nos puede hacer perder competitividad en el mundo por mucho tiempo. Es un llamado de atención, y el tiempo aún está a favor de atender este análisis.