Hace más de 50 años, Jorge Jaef (abuelo de los actuales titulares) decidió comenzar un emprendimiento bajo un contexto de crisis social y política que atravesaba a la Argentina en 1971. Sin embargo, no tuvo reparos para establecer su local San Luis y Entre Ríos. Luego llegaron sus hijos y tomaron la posta, manteniendo la inmobiliaria en algunos años duros, más tarde la tercera generación de la familia Jaef se hizo cargo y le inyectó un shot de frescura para mantener vigente la marca.
ON24 dialogó con Víctor Jaef, corredor inmobiliario, y Jorge Jaef, encargado del área comercial de la Jaef Inmobiliaria, que repasaron la historia del negocio, analizaron la actualidad del mercado rosarino y cómo evolucionará.
– Hablemos un poco del aniversario 50 de la empresa. ¿Qué balance hacen de este tiempo y qué esperan para el futuro de la marca?
Victor Jaef (VJ): Nos llena de orgullo haber celebrado 50 años en el mercado, operando bajo el mismo nombre y desde la misma oficina de siempre. Con una economía cambiante, con las dificultades que implica desarrollar actividades en un mercado dolarizado, hemos podido mantener nuestro trabajo de manera ininterrumpida.
– ¿Qué zonas de Rosario les llaman la atención en el último tiempo en lo que a ventas/oportunidades se refiere?
VJ: Hay varias zonas que han experimentado cambios en los últimos tiempos como Pichincha, Abasto y La Sexta que aumentaron considerablemente su oferta y la demanda viene apoyando el desarrollo de nuevos emprendimientos que logran llamar la atención y que se suman a las dos zonas favoritas que son el Centro Norte o zona río y Lourdes. Igualmente, la selección de zonas no es lineal. Un ejemplo es que, al mismo tiempo, hay gente buscando comprar en Pichincha por la energía y el movimiento, y gente tratando de huir por la misma razón. De todas formas, creo que la periferia de la ciudad es la que más sorprende y el interés de la gente creció muchísimo, principalmente luego de lo que fue la pandemia. Los espacios verdes en el centro no abundan o resultan muy inaccesibles económicamente. La oferta en zonas como Fisherton, Aldea, Hostal del Sol o San Eduardo, o directamente nuevos loteos en Funes y Roldán, toma la forma de casas en barrios abiertos, cerrados o condominios, y ese aumento de oferta tiene su correlato en una gran demanda de este tipo de propiedades.
– ¿Qué nuevos proyectos y herramientas están incorporando?
Jorge Jaef (JJ): “Hace ya un tiempo empezamos a potenciar nuestros procesos comerciales. Esto requirió la incorporación de toda una serie de herramientas tecnológicas, a la par de instancias de formación y mejora de nuestra capacidad de respuesta desde que ingresa una propiedad para comercializar o se recibe una consulta. Todo esto generó que pudiéramos acumular muchísima experiencia y que hayamos escalado rápidamente la curva de aprendizaje de la empresa ante los nuevos desafíos y amenazas de lo digital. Pero a la par de lo específicamente “tecnológico”, potenciamos nuestra ejecución de tareas tradicionales del rubro inmobiliario. Hoy en día tenemos plena confianza en nuestras tasaciones”.
“Respecto a los proyectos, a la par de nuestra cartera local, incorporamos oportunidades de inversión en el exterior. Con la pérdida de rentabilidad del alquiler local, empezamos un largo trabajo con desarrolladores e inmobiliarias en mercados más competitivos. Ese proceso nos permite ofrecer inmuebles en Montevideo, Asunción y la Riviera Maya con rentabilidades que van del 4% al 9% en dólares. Además, estamos concretando acuerdos para ofrecer propiedades en otros mercados”.
– ¿Cómo observan actualmente el mercado en materia de ventas?
VJ: “Ciertos elementos como el mercado dolarizado y las dificultades macroeconómicas han convencido algunos potenciales compradores de que conviene esperar, lo que le ha quitado algo de velocidad a la compraventa de propiedades. Otra cuestión ha sido la brecha que existe entre los precios de lo nuevo y lo usado. Eso generó ciertas distorsiones donde, a primera vista parece que lo que es a estrenar está caro y lo que tiene algunos años barato. Estos y otros factores han traído una gran dificultad a la hora de determinar y reajustar los valores de las propiedades”.
– ¿Qué análisis hacen del impacto de la ley de alquileres y qué esperan que ocurra con las futuras modificaciones que se intentan incluir?
JJ: “Con la Ley pasó exactamente lo que se anticipó que iba a pasar. Honestamente, cuesta comprender el nivel de desconocimiento que existió en el Congreso respecto del funcionamiento de la economía. Se partió de premisas equivocadas y se llegó a una ley que no mejoró nada. Durante años el sector actualizó al 30% o 35% anual cuando la inflación nunca bajó de 45%. La ley demostró que, en realidad, había que actualizar al 55% o 60%. Entonces, quedó claro que la propia intermediación inmobiliaria y la composición de la oferta, llamaban a la prudencia y facilitaban alquilar.
En definitiva, le ley generó temor, produjo escasez y los precios subieron. Pero además, quebró la confianza entre locadores y locatarios y llevó al propietario a querer cubrirse porque ahora iba a tener que asumir costos nuevos y para el inquilino, creó una ansiedad tremenda con candidatos queriendo reservar departamentos sin siquiera visitarlos antes por el temor a no conseguir un lugar donde vivir”
– Teniendo en cuenta lo convulso de la coyuntura actual, ¿qué futuro avizoran para el sector inmobiliario?
JJ: “Notamos que aparecen oportunidades y amenazas. Ante eso, estamos convencidos de que el conocimiento de la ciudad, de las prácticas inmobiliarias y el know-how van a ser diferenciadores cada vez más importantes. El valor de una inmobiliaria pasa por ser capaz de resolver un número cada vez mayor de situaciones”.
“A la par de lo específico del sector, la oferta de inmuebles está cambiando también. A nuevas tipologías como los condominios, se suma la revalorización de otras tradicionales como la casa de pasillo. Notamos que el comprador está cada vez más orientado a inmuebles que ofrezcan una experiencia, que tengan algo distinto o especial”.
“Y, en simultáneo, estamos viendo propuestas inteligentes por parte de desarrolladores en lo relativo a la financiación o la concepción de sus productos. Hoy en día, por ejemplo, estamos ofreciendo departamentos amplios en ubicaciones muy buscadas como Lourdes, Pichincha o el Centro Norte, donde podés pagar cuotas en pesos después de la entrega. En otro momento, esto hubiera sido impensado. Otro ejemplo de innovación que también estamos ofreciendo son casas en condominio con patio, parrillero, pileta y terraza exclusiva en Fisherton. Como ese ejemplo hay cientos”.
“Estamos convencidos de que la situación va a repuntar y que este es un buen momento para que la gente se anime a comprar inmuebles, ya sea en el país o en el exterior”.