El debate sobre el Proyecto de Descanso Dominical, tuvo su cita en Santa Fe.
Representantes de la cámaras que nuclean a hoteleros y gastronómicos, la Fundación de la Ciudad de Rosario, la Federación Gremial de Industria y Comercio, el Rosario Convention & Visitors Bureau, entidades que representan a supermercados de grandes superficies, debatieron con los senadores de la comisión de Economía, Agricultura, Ganadería, Industria, Comercio y Turismo de la provincia el controvertido proyecto.
Carlos Cristini, Vicepresidente de la Fundación de la Ciudad de Rosario, en diálogo con esta redacción, destacó la buena predisposición de la comisión por entender los argumentos expresados por los sectores afectados, no solo de nuestra ciudad, sino de Santa Fe capital.
También recuerda que cerraron más de 1300 comercios en los últimos 20 meses en Rosario, una ciudad que se esmera por el desarrollo del turismo receptivo como nueva fuente de ingresos, hasta hace no muchos años impensada.
Desde el sector gastronómico aseguran que una ley que limite la apertura de shoppings y supermercados reduciría el turismo y con ello la demanda gastronómica que se convirtió en parte del atractivo de la ciudad.
Al respecto, un informe elaborado por Fundación Libertad en base a datos oficiales del Ministerio de Trabajo, asegura que en el último año el sector gastronómico es el más afectado por el estancamiento de una economía que no se mueve hace 11 meses consecutivos.
Contra el argumento de la posibilidad de apertura parcial de shoppings, dejando a puertas cerradas los supermercados que forman parte de la misma estructura, se dejó aclarado en la comisión del senado la imposibilidad fáctica de la medida, que volcaría los costos de limpieza, mantenimiento y vigilancia del lado más vulnerable de estos emprendimientos: los pequeños comercios.
Por su parte, Cristini no descartó la posibilidad de organizar una encuesta no vinculante a través de la Universidad Nacional de Rosario y del Litoral para conocer el grado de aceptación que tendría el cierre obligado de negocios los días domingo en las grandes urbes.
En consonancia con lo que propone el empresario, advirtiendo del miedo de la gente por la pérdida de empleo, el último estudio de Poliarquía indica que un 70% de los argentinos cree que hay pocas ofertas laborales y un 61% de la población cree que el problema del desempleo empeoró en el último año, una cifra inédita desde la crisis económica de 2009.
En la mesa de debate se insistió una vez más, que si hay falta de cumplimiento de las leyes laborales vigentes se hagan respetar a través del poder de control que tiene el Ministerio de Trabajo y el Sindicato de Empleados de Comercio. Pero el incumplimiento de una normativa por parte de pocos no puede condenar al comercio de las grandes ciudades con consecuencias mucho más graves de las imaginadas.
¿Qué hay del otro lado?
Hasta el momento y para intentar contrarrestar una cantidad de argumentos expresados por los sectores productivos perjudicados con la medida, el Sindicato de Empleados de Comercio se refugia en argumentos de orden religioso y ejerce presión con el senado provincial sin demasiada argumentación. “Solo presionan, no argumentan” cita una fuente cercana a la legislatura provincial.
Todo indicaría que el proyecto que tuvo un trámite de llamativa celeridad en diputados, le espere una resistencia aún más dura en su próxima “parada técnica”: la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Por Fabiana Suárez