A unos 110 de kilómetros de Rosario se desató un nuevo conflicto laboral; nuevamente, el escenario es la ciudad de Firmat. Allí, Nestlé despidió en los últimos días a 10 trabajadores en una medida sorpresiva, en tanto la firma sólo había anunciado suspensiones. Este conflicto, que ya motivó la protesta de buena parte de los firmatenses, se suma a la delicada situación que viven otras empresas del lugar.
La medida tomó por sorpresa a todos, en tanto se especulaba con que la firma sólo concretase su objetivo inicial de suspender a una treintena de sus casi 200 empleados, pero finalmente apeló a las cesantías.
La intención de llevar adelante ajustes laborales movilizó al gremio de la alimentación que mantuvo reuniones con representantes del establecimiento con el fin de hallar alguna salida que permitiese revertir o al menor morigerar lo planificado. Pero, al conocerse la decisión de despedir a una decena de operarios, los trabajadores junto al sindicato endurecieron su postura con un paro de actividades y una protesta, que incluye cortes intermitentes sobre la ruta 33.
Panorama difícil
La compleja situación que vive Firmat se ha traducido, hasta el momento, en el cierre del establecimiento Meyde, que dejó sin empleo a más de una veintena de trabajadores. En la fábrica de silos DASA, también unos 20 trabajadores continúan en huelga; y la realidad de Vasalli Fabril aún muestra fragilidad en sus finanzas.
¿Qué pasa con Nestlé?
Si bien desde la firma multinacional aún no han revelado los motivos de los despidos, la decisión estaría relacionada con la estrepitosa caída de exportaciones a Venezuela. Nestlé una de las principales proveedoras a este mercado y a Latinoamérica en general.
En lo que va de 2016, la exportación de manufacturas del sector lechero (algo en lo que Nestlé se especializa) se han prácticamente evaporado. En este marco, la venta al exterior de fórmulas infantiles cayó 75 por ciento debido a la exigua demanda venezolana.
Cabe destacar que en años previos, buena parte de las exportaciones de estos productos se daban en el marco del fideicomiso “Néstor Kirchner”, que intercambiaba, básicamente, alimentos por petróleo con el país bolivariano. Por ejemplo, en 2015 se registraron ventas del producto a Venezuela por 8522 toneladas.