La buena noticia de la realización de un ambicioso plan de infraestructura en el Aeropuerto Internacional de Rosario, no pasó desapercibida. Horas después de realizado el anuncio, surgieron las primeras críticas desde la capital provincial, que apuntaron al trato desigual entre la terminal rosarina y la de Sauce Viejo, que reclama obras desde hace un largo tiempo.
El primero que salió al cruce fue el intendente de Santa Fe, José Corral; quién cruzó a Lifschitz pidiendo “que la provincia se haga cargo no de un sólo aeropuerto, sino del sistema de aeropuertos que tiene Santa Fe y que integra Sauce Viejo”.
En el mismo sentido se expresó el Ente Turístico de Santa Fe que, además de aclarar que no están en contra de las inversiones en Rosario, solicitaron “se tenga en cuenta el reiterado y extenso pedido de la ciudad de Santa Fe por las obras necesarias en nuestro Aeropuerto de Sauce Viejo y que la capital de la provincia merece, por lo menos, un tratamiento igualitario en lo que respecta a las inversiones a realizar por el Gobierno provincial en los aeropuertos de la provincia, es que exigimos la realización de la obra completa para el Aeropuerto de Sauce Viejo”.
Y llegaron los anuncios
Luego de los anuncios en Rosario, el ministro de Infraestructura, José León Garibay, explicó: “Le hemos solicitado al gobierno nacional fondos para el ensanche de la pista y el balizamiento que están en gestión. El total de las tareas es de 160 millones de pesos”.
Y ahondó, “en la última visita del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, con el intendente le volvimos a reclamar los fondos y dijo que no lo tenían en cuenta para esta gestión. Por esta razón es que vamos a proceder a licitar con fondos propios el balizamiento por un total 50 millones de pesos y hacer algunas pequeñas intervenciones en el área interna de pasajeros”.
LA CLAVE
El cruce de Corral a Lifschitz fue un gesto más en el distanciamiento que comienza a hacerse cada vez más patente dentro del Frente Progresista.