¿Cómo fue la propuesta para venir a Rosario?
Mi paso por experiencia Endeavor surgió de mi acuerdo con ellos; estar dentro de la red implica a veces ser speaker. Me propusieron ir a Rosario, me gustó la idea y fui a participar del evento. El tema de los discursos es muy difícil para mí; me considero un “Ente-emprender” desde el arranque de mi carrera. Enclavé mi discurso en lo que es el management de artistas internacionales, haciendo hincapié en Fito y luego mi paso por Fuerza Bruta.
En relación al público argentino, ¿cuál es el criterio para darle valor a la entrada?
Es difícil porque manejo un criterio que otro productor no tiene. Junto a mi empresa OZONO pertenecemos a un mundo que es el teatro alternativo, más popular, aun así manejamos los cánones de teatro y, en general, nuestras entradas cuestan un poco menos que la de artistas de renombre. Creo que en el caso del público argentino, la gente que va a ver Fuerza Bruta repite y es difícil encontrar a alguien que vaya solo a ver el show, generalmente vas acompañado, en ese sentido se parece a un concierto de música.
¿Cuál es tu mirada en relación al rosarino?
Al público rosarino lo conozco de toda la vida, hice muchas cosas ahí. Rosario es la segunda ciudad en importancia, aunque a veces se disputa con Córdoba ese lugar después de Buenos Aires en materia de shows. El rosarino es activo e interesado. Mis productos se encuentran dentro de la rama del ABC 1, más que del 2 o 3, trabajo más de ese lado de la población y en Rosario siempre la encuentro. Me siento muy cómo trabajando en la ciudad, conozco todos los lugares y las salas. Tengo muchas historias.
¿Cómo es la experiencia de trabajar para un rosarino como Fito Páez?
La verdad es que a través de él conocí mucho. Hemos trabajado con Juan Carlos Baglietto, me desempeñé con mucha gente de Rosario. Me siento parte de la ciudad en algún punto que es algo que no me pasa con Córdoba o Mendoza, por ejemplo. Tengo muchas relaciones de trabajo ahí y con personas con las cuales trabajé muchos años.
¿Cómo llegaste a Fuerza Bruta como producto?
Fui el productor argentino que trajo a De La Guarda de nuevo a la Argentina en el año 2001, una compañía que se estaba desarrollando muy bien en el exterior y no volvía a presentarse en el país hacía 6 o 7 años. Les propuse volver a trabajar aquí. Hicimos temporada en el Centro Cultural Recoleta en el 2001, luego se separaron y uno de los creativos, Diqui James, me busca como último productor de ellos para llevar adelante el nuevo show de Fuerza Bruta. Esto se arrancó de cero, con la construcción del primer set, de la primera compañía de actores y demás.
En relación a Violetta, ¿cómo es trabajar con el público infantil?
Hacemos un proceso rutinario con todos los productos. Comenzamos haciendo teatro -la serie de shows en el Gran Rex fue mucho más extensa de lo que pensábamos-, hicimos una primer gira por Argentina en estadios donde agotó y dejó a muchísima gente afuera. Eso creo que presionó sobre el crecimiento artístico de Martina Stoessel; tuvo una serie en uno de los canales de cable más importantes como es Disney XD, durante la segunda temporada tuvo muchos hits. Después hubo algo muy inteligente por parte de la compañía, la inversión la hicieron desde varios países, todo esto logro que el producto llegue a ser internacional. Creo que Violetta fue un éxito en la televisión y nosotros hicimos un muy buen trabajo en vivo como show, como presentación y un gran cuidado hacia ella como artista; la catapultó.
¿Cuáles son las próximas metas para Ozono?
Con respecto a Fuerza Bruta, la instalación mundial; un mayor crecimiento en Estados Unidos, China, una búsqueda de mercados europeos, el foco está puesto ahí y tenemos mucho por hacer. Si bien pasaron 10 años, es un producto que puede durar 15 o 20 años más. Actualmente tenemos dos proyectos concretos para Brasil y Japón.
Esteban Mravicich Tognetti
