Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
La tradición política en Argentina – al menos desde 1983 para acá- señala que el resultado de las elecciones denominadas de medio término resultan condicionantes para el resto del mandato de quien ejerce la presidencia de la nación; sobremanera si el resultado es adverso.
Las elecciones del venidero 22 de octubre marcan, además, otro mojón en el subconsciente cívico: que Mauricio Macri pueda arribar al año 2019 gobernando; de allí, presuponemos, el amplio respaldo que le dará la ciudadanía otra vez el domingo 22, independientemente de la situación general del país y de los propios votantes.
Nada podría frenar la decisión popular de “ayudar” a Macri para que complete sus cuatro años de mandato.
La creencia popular sobre el poder del peronismo tiene fundamentos históricos: desde que se fundó el PJ (nacido como Movimiento en 1945), ningún presidente de otro partido, elegido democráticamente, pudo completar su mandato.
Los únicos cuatro jefes de Estado no peronistas votados a través de las urnas fueron del histórico rival, la Unión Cívica Radical (UCR). Dos de ellos fueron derrocados por golpes militares: Arturo Frondizi en 1962 y Arturo Illia en 1966.
Pero el recuerdo que tienen más trágicamente fresco los argentinos es el de Raúl Alfonsín (1983-1989) y Fernando de la Rúa (1999-2001).
¿Repercutirá la memoria histórica en la Provincia de Santa Fe el próximo domingo 22?. Creemos que sí. Y una vez más, pese al cambio de rumbo en los parámetros de campaña, el FPCyS con Luis Contigiani a la cabeza corre el riesgo de volver a sucumbir ante la tormenta perfecta que generarán Cambiemos y el FPV del “Chivo” Rossi (acunado por el Frente Justicialista). De allí que los radicales en Cambiemos (básicamente José Corral) insisten en polarizar con Rossi, ignorando al FPCyS. No hay peor astilla que la del mismo palo.
Contigiani, a la par de ser vocero enfático de la secuencia de realizaciones de la gestión Lifschitz (acaban de inaugurar dos hospitales modelos) y evidente apoyo a los sectores productivos del cual él mismo forma parte desde el Ministerio de la Producción, insiste en que no se sentará en una banca del Congreso para ser un obstructor del gobierno nacional, sino para defender genuinamente los intereses de Santa Fe.
Por ejemplo para que se le pague la Provincia la deuda por lo detraído para el Ansés durante nueve años del kirchnerismo. O discutir una nueva ley de Coparticipación Federal (tal como ordena la Constitución reformada precisamente en Santa Fe en el año 1994) para que, entre otras cosas, María Eugenia Vidal no se quede con 7500 millones de pesos por año de los santafesinos por el desactualizado y ya sin razón de ser Fondo del Conurbano.
Ojo con las tormentas
Pero además asoman en el horizonte electoral del FPCyS santafesino fenómenos naturales (hace ya un par de años lo advertimos en esta columna) que por incontrolables que son para el Hombre, se transforman en un doble peligro: terminan desvían la ira hacia los gobernantes.
María Eugenia Vidal aún tiene margen para culpar a Scioli por las obras hidráulicas no realizadas que mantienen un tercio del sector productivo bonaerense bajo agua. En Santa Fe, las inundaciones de este año consumieron gran parte del crédito del socialismo gobernante. Es verdad que el FPCyS 13 de agosto no salió tercero por ello; pero en no pocos lugares fue un factor coadyuvante. Lifschitz reaccionó de manera severa: cambió funcionarios del área y ordenó celeridad en las obras hidráulicas.
¿Alcanzará lo emprendido ante estas nuevas lluvias intensas?. Para evitar oportunistas discursos de campaña enancados en la tragedia, ¿no sería hora de contarle crudamente a la población – rural y urbana – lo que está pasando con el clima, el escurrimiento y la absorción de los suelos, y básicamente lo que nos espera de aquí en mas, gobierne quien gobernare?. Hay un comité de expertos creado al efecto.
¿Después del 22 de octubre qué?
Retomando el hilo electoral, después del 22 de octubre comenzarán a vislumbrarse otros paradigmas en la política santafesina; por más que para algunos analistas sea una elección nacional que no condiciona la gestión local.
¿Qué papel jugará el radicalismo hoy aliado en un lado y otro?. Un triunfo importante de la marca Cambiemos (que es alegórico de Macri) y del mismísimo PRO en Rosario a concejales, ¿cómo posicionaría al radicalismo signatario de Cambiemos en la futura relación de fuerzas?. Por nada José Corral se jugará la vida en pos de ganarle al socialismo en esta capital en la categoría concejales. Quiere viajar el martes 24 a Buenos Aires al menos con un triunfo propio debajo del brazo para descontar de ganancias. La victoria de Cambiemos la facturará – con IVA incluido – el PRO nacional.
Corral necesita que lo reconozcan como inevitable pre candidato a Gobernador para el 2019. Si es que no vuelve al redil político Miguel del Sel.
En el otro extremo radical, en este caso aliados al socialismo: ¿qué sucedería en la coalición gobernante santafesina si no se perfila mejor la opaca performance del 13 de agosto?. Siempre hay pases de factura. ¿Cómo repercutirá el resultado del 22 en la oxigenación que Miguel Lifschiz quiere hacer en su gabinete de cara a los dos años que le restan de mandato?. ¿Habrá reforma constitucional con reelección durante el 2018?. ¿Se animarán los radicales asociados con candidato propio – ¿Pullaro?- para el 2019?.
¿Qué pasará en el peronismo reanimado tras el asombroso resultado de las PASO?. Tal como dijimos, el Senador nacional Omar Perotti- único exponente hoy día con chances de pelear la gobernación- comenzará a trajinar el camino rumbo al 2019 una vez conocidos los resultados de las próximas generales.
No le será tarea sencilla con el kircherismo – aunque en default – envalentonado sea cual fuere el resultado de la elección de Agustín Rossi. “Perotti perdió el tren”, apostrofan quienes, o lo presionan para negociar con mayor fuerza, ó miran con cariño una posible alianza con el socialismo.
Las PASO en duda
Entre tantos interrogantes, pesa también el futuro de las elecciones PASO que definitivamente perdieron su razón de ser. Las avivadas de los políticos que salieron a alquilar Partidos para ir por afuera, hicieron que los votantes no las tomaran muy en serio el 13 de agosto pasado. De allí el alto porcentaje (46,3%) de votos intencionalmente anulados en las PASO para candidatos locales con boleta única (en 103 localidades no hubo Primarias para candidatos locales por existir un solo Partido o una sola lista por Partido).
En esas localidades, en cambio, se votó para diputados nacionales.
Una cuestión de “cajas”
Después de las elecciones del 22 de octubre Mauricio Macri irá por las reformas “estructurales” que considera esenciales “para posicionar a Argentina en el mundo” y “hacerla atractiva para las inversiones”.
Entre esas decisiones (reforma laboral incluida) hay dos que afectarán de manera directa a las finanzas santafesinas: reforma tributaria (relacionada con los ingresos) y Ley de Responsabilidad fiscal (gasto público).
Y la “armonización” de las Cajas de jubilaciones.
En primer lugar, bien vale señalar que la presión fiscal sumando todos los impuestos que cobra la nación y los impuestos provinciales es de aproximadamente un 34 % (sin contar los municipios y comunas).
Los entendidos proclaman que una presión fiscal razonable debería estar entre el 20 y el 25 %. El Secretario de Ingresos Públicos de Santa Fe Sergio Beccari opina que “conceptualmente nadie puede oponerse a una disminución de la carga tributaria, sobremanera para los sectores productivos, pero hay que plantearlo con mucho cuidado y gradualidad para que no afecte el bolsillo de las Provincias”.
A través de la reforma tributaria Macri plantea bajar ganancias, IVA, impuesto al cheque, bienes personales, pero también quiere que las Provincias avancen en la modificación del impuesto sobre los ingresos brutos, bajando alícuotas y grabando más al patrimonio de los inmuebles por ejemplo (inmobiliario rural). Beccari pone como ejemplo la eliminación del impuesto sobre los ingresos brutos que para Santa Fe significan unos 30 mil millones de pesos por año, “díganme como lo reemplazamos”, inquiere.
El gobierno nacional no le entregó aún a las Provincias un borrador de trabajo, con lo cual todo es mediático. Salvo los derechos de exportación (retenciones) para el resto de los tributos a modificar se necesita el voto de todos los legisladores nacionales en el Congreso porque son coparticipables porque son coparticipables.
Teléfono para los 9 Diputados nacionales que asuman por Santa Fe el 10 de diciembre próximo.
Miguel Lifschitz advirtió que “para cambiar la estructura impositiva se necesita un consenso nacional, y que el Estado Nacional mejore el federalismo fiscal”. Lifschitz es “moderadamente optimista respecto de la recuperación de la economía”, pero advierte que “no está claro cuál es el plan económico para los próximos años, cuál es la perspectiva del desarrollo industrial y cuál es la estrategia para las economías regionales”.
Los jubilados provinciales se quedarían sin “caja”
El gobierno de Mauricio Macri quiere armonizar los sistemas previsionales de 13 provincias que en su momento no transfirieron sus cajas a la Nación. La transferencia de las cajas provinciales a la Nación comenzó en 1993, un año después de que se privatizó el sistema jubilatorio. Once aceptaron el trato. El resto, 13 en total, decidieron retenerlas. Son Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco, Corrientes, Misiones, Formosa, La Pampa, Chubut, Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego.
El Ejecutivo nacional exige a las provincias (que no transfirieron sus Cajas) reacomodar la edad jubilatoria (en aquellos lugares donde sea necesario poniéndola en sintonía con Nación), modificar el porcentaje de aportes y contribuciones, el cálculo de determinación del haber inicial y la fórmula de actualización de haberes.
Esta medida pegaría de lleno en la línea de flotación de las jubilaciones provinciales, y por eso los gremios estatales santafesinos pusieron el grito en el cielo y conminaron al Gobernador Miguel Lifschitz para que haga cumplir la Ley que reconoce la importancia del 82% al momento de la determinación del haber jubilatorio y, a su vez, que se vaya actualizando con la misma frecuencia con la que se acomoda el salario de los activos.
El ministro de Economía de Santa Fe Gonzalo Saglione dijo que este año el Ejecutivo nacional deberá transferir a la provincia 3.500 millones de pesos en cumplimiento con la Reparación Histórica. Pero sucede que hasta el momento Nación no viene transfiriendo esos recursos aduciendo dificultades operativas para hacer el cálculo del déficit que establece la ley. Y los tendrá que compensar la Provincia.
Santa Fe tiene más de 81 mil jubilados y pensionados provinciales.
Demasiados temas para una población que da la impresión de estar ajena y distraída, pero sensitivamente atenta.