Por Lic. Patricio Lagger
La semana pasada los valores de la soja y el maíz en Chicago continuaron escalando, ubicándose cómodamente arriba de los u$s11/bs y u$s4/bs respectivamente. En lo que respecta a la soja, estos son valores que no veíamos desde julio de 2014, mientras que para el maíz los precios están cerca de los máximos registrados en julio del año pasado, cuando el mercado cargó una prima climática por los excesos de lluvia que se registraban en el Midwest estadounidense.
Todo parece indicar que la nueva campaña 2016/17 traerá un nivel de precios promedio superior a lo que se barajaba a principios de año, lo cual es un verdadero alivio para el productor local que hace 2 meses hacía márgenes con una soja de u$s 230/tn y un maíz de u$s145/ton para el año próximo, encontrándose hoy con subas de casi un 20% para ambos cultivos.
A pesar de ello, hay que saber distinguir los factores detrás de las fuertes subas de los últimos 2 meses ya que algunos reflejan realidades del mercado mientras que otros representan expectativas de mediano plazo aún no materializadas. La diferencia no es menor, ya que dichas expectativas dependen de hechos inciertos que deben ir verificándose en los próximos meses para que el actual nivel de precios se sostenga.
Por un lado, tenemos una situación de pérdidas productivas en Sudamérica que ha generado una caída en la oferta esperada para la campaña presente tanto en soja como en maíz. En cuanto a la situación de la soja, la cosecha argentina ha sido afectada por excesos de agua, generando una pérdida productiva que no termina de ser cuantificada con certeza pero ha permitido recortar las estimaciones desde los 59-60 mill. tons hasta las actuales 55-56 mill. tons. Asimismo, en Brasil la producción estimada de maíz de segunda (safrinha) ha sufrido recortes por la seca en el centro-norte de dicho país (la Conab redujo la estimación de cosecha total entre abril y mayo en 4,7 mill. tons), permitiendo anticipar que las exportaciones del gigante sudamericano durante el segundo semestre serán menores.
Todo esto viene alimentando una fuerte posición compradora de parte de los fondos de inversión en Chicago que aún no termina de crecer debido a que persiste la incertidumbre respecto a la calidad de la soja en nuestro país. Esto ha llevado a que los fondos tengan una posición comprada relativamente alta (17,2% del IA al 31/05) cuando todavía falta el ingreso de la soja estadounidense al período de floración y llenado de granos, que es cuando suelen verse las apuestas más fuertes de dichos inversores. En definitiva, este nivel de compras puede restarle fuerza a un rally climático en EE.UU. e incluso generar ajustes bajistas por toma de ganancias si el clima norteamericano marcha sobre ruedas. Distinto es el caso del maíz, donde los fondos de inversión están comprados en un 7% del I.A. y cuentan con un margen mayor para salir a comprarse si la falta de humedad que hoy se empieza ver en los estados del este del Midwest se convierte en un problema mayor en los próximos 2 meses.
El otro hecho que permitió al mercado ver los precios actuales fue la estimación del USDA del mes de mayo sobre el balance de oferta y demanda mundial para la campaña 2016/17, donde se está esperando un incremento en la demanda mundial de soja y maíz del orden del 3% y 4% respectivamente. Particularmente, llamó la atención el nivel de stocks finales de soja esperado para EE.UU. el año próximo (8,3 mill. tons), ya que el mercado no estaba contando con el aumento estimado en las exportaciones de dicho país.
Ahora bien, este nuevo nivel de stocks esperados para la nueva campaña podría ajustarse más en el corto plazo si tenemos algún problema productivo en EE.UU. Si bien no hay indicios de problemas climáticos a la fecha, cuando ya se lleva sembrado el 94% del maíz y 73% de la soja, una caída del rinde promedio de 1qq/ha puede modificar la producción estimada entre 3-3,5 mill tons. Por otro lado, las estimaciones de área de siembra de marzo del USDA podrían estar subestimando el área de soja (33,2 mill. has) entre 300-500 mil has al no contemplar la mejora de precios relativos de soja vs maíz de los últimos 3 meses. Esto se confirmará a fin de mes cuando dicho organismo publique su informe de área sembrada.
En definitiva, existen motivos para pensar que estamos ingresando en un momento de alta volatilidad en precios externos, en la medida en que se termine de definir la producción en EE.UU. Cualquier suba adicional en los próximos 2 meses generada por un mercado climático afuera debería ser vista como una oportunidad para ir poniendo precios a la mercadería del año próximo.
Yendo al mercado local, la soja se muestra muy firme ante el retraso de cosecha (resta levantar un 20% de la superficie) y debería tener cierto sostén de cara a fin de año. Una buena estrategia para ponerle un piso a la soja para el año que viene es aprovechar estas subas para comprar spreads de Put sobre Soja Chicago Noviembre, con posibilidad de rollear a Mayo más adelante. Un Put spread de 1000/940 cents se puede comprar por u$s5,7/ton.
En cuanto al maíz, los u$s 170/tn para abril 2017 son precios para ir cubriendo, máxime cuando se está esperando un fuerte incremento en el área de siembra en nuestro país, que podría generar un salto productivo de 25 a 33 mill. tons según el Usda. En este caso, se puede aprovechar para comprar CALL de Maíz Diciembre Chicago esperando capturar alguna suba de corto plazo.