¿Qué vende el productor agrícola?

La comercialización de los productos agrícolas en la campaña está marcado por distintas variables que motivan un retraso en comparación con el año pasado a la misma fecha.

Hay factores que afectan a todos los cultivos por igual mientras que otras son particulares de cada uno de ellos. Entre los primeros podemos marcar la expectativa por parte de los productores de que los precios iban a subir por lo cual no se realizaron muchos negocios anticipados. La experiencia de los años anteriores fue favorable y esperaron realizar negocios de maíz, trigo y soja.

Otro de los factores es la demora que está sufriendo la recolección de la cosecha gruesa por el clima desfavorable para que se sequen los granos e ingresen  las máquinas y los camiones a los campos.

Y un tercer factor que impacta en todos los granos por igual es la evolución de la cotizaciones del dólar. Con la devaluación de enero y el regreso de las microdevaluaciones de las últimas jornadas, el productor tiene una herramienta para obtener más pesos en el futuro a pesar de la caída de los precios.

El productor solo vende cuando necesita fondos para hacer frente a sus obligaciones o para invertir de cara a la nueva campaña.

Con los factores generales mencionados la retracción de los negocios es un hecho, mientras que también existen elementos particulares de algunos productos agrícolas que reduce los negocios.

 

TRIGO

La comercialización del cereal totaliza el 58,9% de la producción nacional estimada de 9,2 millones de toneladas, muy por debajo de los registros de años anteriores a la misma fecha.

Es decir, que queda sin vender unas 3,80 millones de toneladas con un sector exportador que ya tiene compradas un 45% más del saldo de las exportaciones autorizadas y una industria que lleva comprado el 51% de su necesidad de grano estimada en 6,3 millones de toneladas que, en números absolutos, sólo debe comprar 3 millones de toneladas hasta la nueva campaña.

El volumen sin comercializar, en parte, responde a la retención del productor que espera mejores precios que sólo algunos industriales pueden convalidar por la menor oferta de la zona en la que se encuentra.

El productor sabe que la industria puede pagar más por la experiencia del año pasado sin que bajaran los precios de los productos finales pero la industria sabe que hay oferta disponible porque no tiene competencia en la demanda.

Igualmente hay que considerar que si se confirma una mayor siembra del cereal para la próxima campaña, con el clima acompañando, vamos a tener existencias por casi 1,5 millón de toneladas y cosecha por 12 millones que presionará sobre las cotizaciones.

Hoy la situación descrita se muestra en la brecha entre el trigo disponible y el correspondiente a la nueva cosecha, sin considerar el contexto externo.

 

– MAIZ

Para el maíz el contexto comercial parte de una menor disponibilidad del grano por la siembra tardía de la campaña y por el retraso en la recolección de la siembra tradicional por las precipitaciones.

El año pasado estaba cosechado el 61,1% del área frente al 38,5% de la presente campaña, con el consiguiente menor flujo de mercadería al circuito comercial.

Además los precios anticipados a la cosecha, así como las condiciones de negocios, no fueron tentadoras para los productores que antes de marzo solo tenían comprometido el 11% de la cosecha contra el 44% del año pasado a la misma fecha.

Actualmente el volumen comercializado de maíz asciende al 40% de la producción estimada de 24 millones de toneladas destinadas al grano comercial.

Del total la exportación declara compras por un total de 8,8 millones de toneladas frente a las 16 millones del año pasado a la misma fecha, con un porcentaje de tan sólo el 46% del saldo exportable proyectado cuando en el 2013 alcanzaba el 82%.

El volumen de compras del sector exportador está muy por debajo de otros años a la misma época por el menor ritmo de la demanda externa para el maíz argentino.

Con esto se muestra que el volumen comercializado del cereal está por debajo de otros años y el productor deberá intensificar sus ventas cuando disponga del grano frente al contexto externo que se proyecta.

Los precios del cereal muestran bajas en todos los mercados. En el local la presión de cosecha tardía a partir de este mes muestra la diferencia de valores entre el disponible y el de entrega más diferida y en Chicago las perspectivas 2014/15 son bajistas por la proyección de producción y stocks estadounidense.

 

– SOJA

En la comercialización de la oleaginosa se muestra un retraso de 8,2% respecto del año anterior en la relación del volumen con su participación sobre la producción. Lo comercializado de 20 millones de toneladas representa el 36,3% de la cosecha proyectada en 55 millones de toneladas frente al 44,5% del ciclo anterior a la misma fecha con 22 millones de toneladas compradas por la industria y la exportación.

La diferencia que parece mucho se achica a casi nada cuando se toma el volumen efectivamente con precio: 15,4 millones actuales vs. 15,2 millones del año pasado a la misma fecha. De esta forma se confirma que la diferencia está en los negocios a fijar donde este año restan 4,34 millones de toneladas compras totales por fijar y el año pasado faltaban 6,12 millones.

De los datos se desprende que el productor esta campaña negoció un volumen inferior bajo la modalidad a fijar pero también en el total de negocios anticipados.

En la evolución de la comercialización mensual de soja se registra un menor volumen de negocios anticipados a la cosecha, mientras que el mismo se incrementó a partir de marzo.

Los datos de la presente campaña confirman una lenta comercialización temprana de la oleaginosa para luego intensificarse a partir de la recolección también tardía.

Para el mes de junio se proyecta un incremento en el volumen de soja que ingrese al circuito comercial a partir de la cosecha, los buenos precios que muestra actualmente el mercado y la necesidad financiera para la cancelación de deudas.

Los precios del mercado local de soja continúan con buenos niveles de cara a las correcciones externas y a las bajas de los futuros más lejanos en el mercado de Chicago por las proyección de la nueva campaña estadounidense.

La oportunidad local esta dada por la escasez de la oferta del hemisferio norte y la necesidad de la industria argentina para abastecer al mundo de subproductos cuando sus valores se mantienen firmes.

En el futuro los precios muestran niveles más bajos que el productor de soja debería aprovechar actualmente.

¿ Que debería vender?

De cara a las existencias que encontramos, o vamos a encontrar cuando finalice la cosecha gruesa, y a las necesidades financieras para pagar deudas pasadas y encarar inversiones para la nueva cosecha, el productor tiene que tomar decisiones comerciales.

Los distintos productos agrícolas mencionados tienen un contexto local y externo que no se puede desconocer para decidir qué vender primero.

De las expectativas externas se desprenden precios más bajos para todos los productos por el ingreso de la cosecha del hemisferio norte para el trigo y el buen avance de la campaña gruesa para el maíz y la soja en Estados Unidos.

Igualmente en el ámbito local tenemos factores que cambian las decisiones a partir de los precios externos.

Para el trigo, el mercado local está despegado del internacional y depende de la oferta y la demanda interna. La primera todavía importante y la segunda concentrada en la industria por las limitaciones a la exportación.

Como hay existencia del cereal y las perspectivas para la nueva campaña comienzan con un aumento del área a pesar de la demora de la implantación por las lluvias, el precio a partir de agosto puede bajar. El valor de la nueva cosecha está usd 56 debajo de la actual.

Para el maíz, los precios ya empezaron a bajar y la perspectivas es que la caída se acentúe por el ingreso de la cosecha tardía, la poca demanda externa y el contexto externo.

Así, el cereal tiene oportunidades en el corto plazo por la necesidad de la exportación para conseguir el grano antes que aparezca toda la cosecha tardía pero luego se encontrará con sobreoferta dado que el comercio mundial se vuelca a Brasil y Estados Unidos

Para la soja, las subas fueron más grandes en el mercado exterior que en el local pero también las bajas fueron más fuertes afuera que en el mercado local.

La lenta cosecha y las pocas ventas motivó precios mayormente sostenidos por la demanda, sin embargo, la baja externa más allá de setiembre se notará en los precios futuros.

El productor que tiene soja debe aprovechar los niveles actuales pero quedándose en dólares, sin pesificar, comprando insumos o con alguna alternativa de inversión similar.

Igualmente es siempre la oleaginosa quien da más oportunidades en el mercado. Hay que vender parte de la cosecha para aprovechar los precios, pero por necesidad vendería más maíz y trigo.

La baja de precios para los granos gruesos es un hecho pero no hay que olvidar que la cosecha estadounidense todavía tiene que desarrollarse y el clima será el factor clave para lograr los resultados esperados.

La llegada del mercado climático en estos meses puede ser la única oportunidad que tienen los precios para mejorar.

 

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