Luego de siete años de trabajos inconclusos, el gobierno nacional publicó en su Boletín Oficial el llamado a licitación para reacondicionar y poner en valor el Monumento Nacional a la Bandera en Rosario.
El presupuesto asignado es de casi 530 millones de pesos y los interesados tendrán tiempo hasta el 2 de septiembre para ofertar. Al tratarse de un monumento histórico, la empresa contratista deberá cumplir con el riguroso protocolo de restauración establecido por la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos.
En cuanto al plazo de obra, se fijó en nueve meses, contados a partir de la fecha de inicio formal de la obra, que podría ser en noviembre próximo, según voceros oficiales.
Desde el Palacio de los Leones revelaron que se restaurarán el basamento de la torre, el ascensor, la reja superior y toda la carpintería que hay en el interior, también se pondrá en valor la fuente de proa con su sistema eléctrico, el mástil principal y los pasajes laterales.
Los mármoles que recubren el Monumento serán limpiados a fondo con un tratamiento especial para cada placa.
Además, se trabajará para centrar el propileo y se desarmarán las ánforas debido a que son afectadas por la humedad. En tanto, la Llama Votiva, según los técnicos, deberá trasladarse en una sola pieza hasta el taller y recién ahí desarmarse para la limpieza de cada una de sus partes. En la zona también revisaran la conexión de gas.
En lo que respecta a las esculturas de piedra, no serán removidas de su ubicación, pero si se someterán a tareas de limpieza y puesta en condiciones.
Por otra parte, se van a retirar las estatuas de bronce que se enviarán a un taller especializado para su restauración.
Dentro de la torre, se impermeabilizará y actualizarán el elevador que lleva al pico máximo del Monumento, que lleva averiado unos 15 días. Nación proyecta un nuevo controlador de velocidad para el dispositivo y reemplazar el cableado actual por uno nuevo con certificado antillama.
A la hora de llegar al mirador, se cambiará la reja perimetral y se restaurarán los telescopios. Por otro lado, cada pieza de madera del lugar será renovada.
Además de los trabajos sobre la torre, restan unas tareas de impermeabilización sobre los pasajes laterales.
La Sala de las Banderas será climatizada y se le instalarán dos rampas para garantizar el acceso a personas con discapacidad. Esta última refacción conllevará romper una parte de la famosa escalinata.
Cabe recordar que en 2015 se habían anunciado las remodelaciones, pero un año después se paralizaron por “problemas presupuestarios”.
