Consultado el lunes pasado, en pleno tsunami, el referente de una de las potencias agroindustriales de la región nos dijo: “Nada que analizar, hay que esperar que el muerto se enfríe”.
Hoy, nos brinda sus primeras impresiones sin disimular la bronca por la crisis con raíz política: “Hay que reconocer que tenemos a más de la mitad de esta sociedad que pretende un Estado benefactor, aunque no me guste. Una transformación estructural como necesita la Argentina lleva años; íbamos en ese sentido. Yo lo apoyé a Macri y le agradezco el intento. Esto me hace acordar mucho a las críticas de Messi cuando erra un gol y se convierte en el peor jugador”, y concluyó su análisis: “Sólo sé ahora que el que venga no podrá hacer populismo, recibe un país hecho flecos”.
Terminando un corto ping pong respondió:
¿Qué pasará con los inversores extranjeros que le habían puesto el ojo al potencial agroindutrial argentino?
Olvidate
¿Cómo acusó el impacto el mundo?
No existimos. A lo sumo hay cierta preocupación para que el fenómeno Venezuela no se expanda.
¿Qué debería hacer Macri de acá a Octubre?
Lucharla hasta el final para al menos dejar un Congreso más equilibrado