¿Qué necesita Cristina para reflotar el “vamos por todo”? Según Sergio Berensztein, es clave observar su avance sobre las diversas reparticiones del Estado y comprender cómo transita su relación con Alberto Fernández. En consultor político dió su visión en un webinario que tuvo lugar a mediados de esta semana.
De acuerdo con el analista, Cristina Fernández enfrenta un dilema: “Si la figura de Alberto está muy fuerte -como ahora- corren riesgos sus objetivos de poder; pero si una eventual crisis lo debilita, tampoco le conviene porque queda demasiado expuesta y ella precisa alguien que la proteja”. Por este motivo “precisa algo intermedio y así busca controlar recursos del Estado”, que de alguna forma le pongan diques a los movimientos del mandatario.
“El gobierno kirchnerista siempre fue estatista. Su instrumento de poder no es el partido sino el Estado, desde donde desarrollan política”, advirtió. Y profundizó: “La idea de Cristina es, a partir de reparticiones del Estado, generar cuadros burocráticos que desplieguen su proyecto de poder. Por eso, cuando critica al gabinete lo hace no solo porque cree que son malos, sino porque quiere poner su gente allí”.
En este contexto, “Alberto es un líder que tiene múltiples accionistas complejos (gobernadores, sindicalistas, entre otros) que le piden muchas cosas y una socia mayoritaria que es Cristina”. Y si bien la foto lo muestra como un líder consolidado, “esa imagen no es proyectable hacia adelante porque las dificultades de la economía inyectará un dinamismo inusitado”, aseveró.
LA GRIETA ESTÁ ENTRE NOSOTROS
“La grieta nunca se fue. Argentina siempre tuvo grietas porque es una sociedad que se define más por las diferencias que por las cosas que tiene en común”, subrayó el analista.
Lo particular de las posturas que se dirimen en la actualidad, es su origen en 2008 con el conflicto del campo donde tiene lugar una “hiperideologización” que se traduce en el surgimiento de La Cámpora, Carta Abierta y la pelea con Clarín.
Con todo, “un sector importante de Juntos por el Cambio alimentó esa grieta muchísimo, y sobrevivió por la decisión de Macri de mantener a Cristina en el ring político, lo cual, no fue muy útil porque le terminó ganando (…) Macri es responsable de haber reforzado esa grieta y es hora de que haya una autocrítica por parte del anterior gobierno, que desperdició una oportunidad histórica”.
REDACCIÓN ON24