Un día después de reunirse con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, para encarar soluciones conjuntas al flagelo de la inseguridad en la provincia, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, compartió panel en el 52º Precoloquio de IDEA Centro con el ministro del Interior de la Nación, Rogelio Frigerio.
En su alocución, de unos 19 minutos, no sólo destacó el plan anunciado por el presidente de la República contra el narcotráfico, sino que además el mandatario provincial tendió un claro puente de cooperación entre Santa Fe y la Nación. “Nosotros queremos aportar y hacer el mayor esfuerzo desde Santa Fe para contribuir con los proyectos y las iniciativas que desde la Nación se están implementando”, dijo Lifschitz, quien luego llamó a “construir agendas comunes sustentables en el tiempo”.
En ese sentido, el gobernador destacó el plan de lucha contra el narcotráfico que presentó el presidente Macri este martes y señaló: “Es un compromiso entre Nación y las provincias, en el que, por primera vez en 20 años en los que el narcotráfico se asentó en Argentina, hablamos del problema, lo reconocemos y lo ponemos en el primer lugar de la agenda política. Y esto tiene un enorme valor, porque hasta no hacer eso no íbamos a poder encarar una solución. Éste es el camino que tenemos que recorrer”.
Y agregó: “El salto adelante de plantear una política nacional coordinada con las provincias contra el narcotráfico nos va a permitir empezar a revertir la situación, por primera vez.
Lifschitz abogó también por un caminar hacia un “federalismo integrador y cooperativo entre las provincias y de las provincias con la Nación”, donde haya “una corresponsabilidad a la hora de gestionar el país y definir las políticas de Estado”. “Necesitamos de amplios espacios de diálogo y acuerdo, porque es lo único que garantiza cambios duraderos”, sostuvo.
Por otra parte, el gobernador se refirió al país que heredó la actual administración nacional e indicó: “Hay una realidad de profunda crisis, una situación crítica de la economía que heredó este gobierno nacional y que todos heredamos de alguna manera, que también se reflejó en el marco social, con un fenómeno de pobreza estructural muy consolidado y crisis agudas en sectores claves como el energético”. Y, además, dijo, “una profunda crisis moral, con una corrupción sistémica y generalizada, que se había tornado una amenaza para la institucionalidad argentina”.
“Arrancamos de muy atrás y la sociedad nos pide cambios profundos, no maquillajes. Pero los cambios profundos tienen costos económicos y sociales (…) El tema energético hay que resolverlo, pero hay dificultad para poner el problema en su verdadera dimensión, terminamos en discusiones maniqueas sobre el valor de la tarifa, cuando en realidad tendríamos que discutir el problema estructural. Y eso pasa con la mayoría de los temas”, consideró el gobernador.
Lifschitz instó, en ese sentido a buscar “nuevos modelos políticos y económicos”, porque, sostuvo, “estamos en un momento en el que debemos pensar la Argentina para adelante, sin intentar volver a plantear fórmulas y modelos que ya mostraron su fracaso”.
REDACCIÓN ON24