Rosario fue sede del Camino Federal hacia la Cumbre C40, el encuentro en el que cien intendentes de todo el país buscarán intercambiar ideas y cooperación sobre el cambio climático, de cara ala Cumbre Global de Alcaldes C40.
En este contexto, visitó la ciudad Fernando Straface, Secretario General y Relaciones Internacionales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, quien accedió a un mano a mano exclusivo con ON24.
¿Con qué expectativa llega a este evento en nuestra ciudad?
Los efectos del cambio climático son cada vez más visibles aún para los que no son especialistas. Lo vemos en Rosario, en la bajada del Paraná y en otros lugares del país con incendios.
Las ciudades tienen mucho que hacer porque son emisoras de gases invernadero, todo lo que puedan realizar contribuye para bajar los efectos.
¿Qué acciones vienen llevando adelante en CABA de cara a esta problemática?
Nosotros hace dos años determinamos un plan de neutralidad de carbono hacia el 2050. Es decir que CABA va a terminar emitiendo lo mismo que capta de gases efecto invernadero, por lo tanto, la emisión neta será CERO. Se trabaja en la disminución de las emisiones y en la captación de las mismas.
Para las primeras estamos cambiando toda la iluminación de la ciudad a led, diseñamos la ciudad para que cada vez sea más beneficioso usar bicicletas y transporte público antes que el auto, y estamos trabajando hacia futuro en la posibilidad de cambiar la matriz energética del transporte público para llevarlo a sistemas eléctricos, que son los más limpios.
Con respecto a lo segundo, estamos apostando muy fuerte a los espacios públicos y arbolados, que probablemente es uno de los mejores instrumentos para captar gases.
¿Qué tan costoso puede resultar para un municipio adaptarse a estas medidas, sobre todo en un contexto de alta incertidumbre como el actual?
La adaptación supone cambiar cosas de la infraestructura de las ciudad y, para ello, el mundo está muy interesado en tomar medidas con opciones de financiamiento.
Es importante que la cumbre global se haga en Buenos Aires y que las ciudades argentinas se reúnen primero en Rosario, para tener una posición común. Así, aumentan las posibilidades de que las ciudades puedan acceder a estas líneas de créditos que llegan de los países desarrollados que, de alguna forma, tienen una deuda con el calentamiento global porque son los primeros que emitieron gases invernadero en su proceso de desarrollo.
¿Qué respuesta encuentran en la ciudadanía ante esta transformación?
Te diría que hay un indicador bastante comprensivo de la ciudadanía, primero con la separación de residuos y luego con lo que hace cada uno en su casa. En CABA hay un 50% de casas que reciclan y esto influye mucho en los chicos. Queremos llegar al 80% de residuos separados en origen.
Esto crece en todo el país, si bien no es toda la respuesta al cambio climático hay que hacerlo. Esto también impacta directamente, por ejemplo, en el uso del plástico.
Rosario tiene un problema particular con las quemas en el delta del Paraná. ¿Cómo evalúa la gestión del gobierno local y la intervención de Nación?
La quema de las islas es muy importante y es un tema donde claramente se requiere una colaboración intergubernamental. Son los temas típicos del cambio climático donde, si no hay una coordinación, no se pueden resolver individualmente, pero los perjuicios sí se distribuyen entre todos. Debería haber articulación institucional para entender por qué ocurren.
Conozco bien el compromiso de Javkin con el cambio climático y sé que trata de llevar la ciudad a mejores estándares de emisiones. Hay cosas que por jurisdicción dependen menos de él y lo que hace es alertar lo que pasa.
