En el Senado de la Nación se propuso la creación de billetes con denominaciones más altas. La encargada de esgrimir la idea fue de la tucumana Beatriz Ávila, una de las legisladoras de Juntos por el Cambio.
La senadora presentó un proyecto para que el Ministerio de Economía incite al Banco Central de la República Argentina y a la Casa de la Moneda, emitan billetes de 2 mil, 5 mil, 10 mil y 20 mil pesos.
El fundamento que ofreció Ávila fue que en 2022 se “registró la mayor inflación en 30 años en la economía argentina”.
“Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, por intermedio del Ministerio de Economía, a través del Banco Central de la República Argentina y de la Casa de la Moneda, arbitren los medios necesarios, e instrumenten las medidas pertinentes, para la emisión de billetes de 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 pesos”, reclamó y agregó: “Desde la pandemia a esta parte, aumentó la necesidad de las familias y la demanda de las empresas, de contar con más dinero en efectivo, para satisfacer los requerimientos de la vida cotidiana, sumada a la inyección de montos de dinero a personas no bancarizadas que percibieron beneficios extraordinarios por parte del Estado”.
Para Ávila “la negativa por parte del Gobierno Nacional de no emitir billetes de mayor valor” busca “no blanquear el proceso inflacionario que nuestro país viene soportando” por lo que “genera no solo preocupación en la ciudadanía, sino incertidumbre en la sociedad, al estar privada del derecho de contar con el dinero mínimo para solventar las necesidades básicas que la realidad demanda”.
La legisladora, entre los motivos de su presentación, remarcó que un billete de 100 pesos en 2019 equivale hoy un total de 586 pesos “por el efecto inflacionario”. Lo mismo hizo con el billete del hornero: “Un billete de $1.000 debería ser uno de $9.000 ajustado por inflación”.
“Hoy el billete de más alta denominación, el billete de $ 1.000 (mil pesos), tiene solamente el 18% del valor adquisitivo que tenía en el 2017, cuando se puso en circulación, en ese momento, tenía un poder adquisitivo cinco veces superior al actual”, remarca la senadora opositora.
Ávila recordó que en los últimos 50 años la moneda argentina sufrió la quita de 13 ceros y en caso de que se opte por esa salida, con la eliminación de 3 ceros más, cada dígito sacado significaría un “1000% de devaluación”.
“Esta caída del valor nominal y real del peso, se refleja en que el billete de mayor denominación actual en Argentina es el segundo entre los que menos valor tienen, en dólares, en toda la región”, concluyó Ávila.