El concejal Agapito Blanco ha presentado un proyecto de ordenanza ante la Comisión de Gobierno de la ciudad de Rosario, el cual busca establecer medidas para optimizar el gasto público y garantizar la eficiencia en su ejecución.
El proyecto, fundamentado en la necesidad de equilibrar las finanzas municipales y responder a las condiciones económicas adversas a nivel nacional, provincial y local, propone suspender por un año las designaciones de personal tanto permanente como no permanente en todas las áreas de la Administración Municipal. Esta medida incluiría la congelación de todas las vacantes existentes o que se produzcan durante el mismo lapso.
De acuerdo con el texto del proyecto, se exceptúan de esta suspensión las designaciones relacionadas con servicios esenciales como la protección de la minoridad, el personal hospitalario y de enfermería, así como aquellos puestos que por su especificidad técnica o riesgo operativo deban cubrir servicios críticos. Sin embargo, estas excepciones requerirán de una autorización expresa y fundamentada del Departamento Ejecutivo, previo agotamiento de todas las instancias de búsqueda interna.
El proyecto también establece la obligación de que el Departamento Ejecutivo remita informes bimestrales al Concejo Municipal sobre las designaciones realizadas, acompañados de la correspondiente fundamentación.
“Cesar la designación de nuevo personal en la Municipalidad de Rosario, considerando el pase a pasividad de un porcentaje de al menos 2% de su personal por año permitiría reducir el stock de personal en 200 empleados por año con el consiguiente ahorro de recursos que pueden volcarse a más tecnología, servicios y transferencias que signifiquen mayor bienestar de la población del Municipio”, dice el proyecto.
En caso de ser aprobada, la ordenanza tendría vigencia inmediata y buscaría generar un ahorro sustancial de recursos, los cuales podrían ser destinados a inversiones en tecnología, servicios y sectores menos beneficiados.
Este proyecto de ordenanza, de acuerdo con su texto, surge en un contexto en el que el Municipio de Rosario enfrenta un déficit presupuestario recurrente y una presión fiscal creciente sobre los residentes y empresas de la ciudad. Actualmente, fue presentado para debate en la Comisión de Gobierno.
