El Rabino Sergio Bergman de paso por Rosario para apoyar a dirigentes del PRO local, visitó la redacción de ON24 para abordar una problemática diferente a la vertida en su “derrotero mediático”: el rol del empresario en las políticas públicas:
¿Qué reflexión le mereció el acalorado debate en el último Coloquio de IDEA acerca si los empresarios deben “coimear” o no para llevar adelante un negocio? Encuesta, que dicho sea de paso, arrojó un controvertido 53% a favor del “sí” y un no demasiado creíble 47% a favor del “no”.
Yo lo comparo con el polo empresario más importante de Latinoamérica que es Brasil. Si comparamos Brasil y Argentina en este tema, no es que en Brasil no hay corruptos, pero no corrompen las reglas de juego como acá. Entonces en Brasil hay un montón de corruptos que los sacan del sistema así sea un ministro. Acá al estar corrompidas las reglas de juego da lo mismo ser coimero o no, porque de hecho no hay regla de juego, 53 o 47 da igual.
El empresario argumenta no poder seguir adelante con su empresa, fuente de trabajo a su vez
El poder empresarial es suficientemente consistente para que en vez que cada uno, de a uno, vaya a hacer su negocio, se junten todos y fijen condiciones.
Los empresarios brasileros decidieron que en lugar que la política los condicione, ellos iban a condicionar a la política, en vez de poner plata en coimas pusieron plata en formación de lo que fue la Escuela Itamaraty y decidieron que era una buena inversión formar recursos humanos para la función pública.
En Argentina tenemos hombres de negocios no empresarios. El empresario quiere emprender, traducción de trascender. Un hombre de negocios negocia cualquier cosa en el corto plazo para llevarse todo. Acá lo que tenemos son empresarios degradados a hombres de negocios en una primer fila aplaudiendo.
¿Cómo se desarma en modelo de poder tan corrupto?
El único que hablo con total claridad para abolir los valores de la constitución fue Néstor Kirchner. “Sin caja no hay política” fue su verdad meridiana. El dejó establecida una matriz que habrá que desarmar.
Y desarmar no es ganar una elección. No nos podemos engañar. Acá no hay ningún fin de ciclo político, acá lo que hay es un fin de ciclo económico. Así como no asumimos que como pueblo desbancamos a un presidente constitucional con el batir de las cacerolas como actores secundarios, de reparto, porque el último golpe en la Argentina no fue militar. Pasaron 12 años y no cambió demasiado.
Por agotamiento de la economía se abre una oportunidad. Evolucionamos? No.
Es hora que nos den una oportunidad somos diferentes somos otra cosa.
¿Macri entra al ballotage?
El presidente va a ser elegido en la tercera vuelta. Macri se perfila para ingresar en el ballotage. En la 2da vuelta se sumarán los que no creyeron que tenemos presencia nacional.
¿Y el kirchnerismo?
Ellos van a retener el poder con el 30% de la última elección más un 25% de las próximas. El kirchnerismo es un factor gravitante de poder es un error terrible subestimarlo.
Por Fabiana Suárez