Recorré los siete ambiciosos proyectos kirchneristas que terminaron en el olvido. Más de una década de grandes anuncios que derivaron en debates mediáticos, programas enteros con opiniones especializadas, y por sobre todas las cosas muchos aplausos y gritos de jóvenes fanatizados de La Campora en cada anuncio fallido. El portal I Profesional realizó un informe acerca de estos faraónicos proyectos
1. “El Gran Gasoducto del Sur”
Corría el mes de diciembre de 2005 en la reunión cumbre de mandatarios del Mercosur. En aquel entonces, nada parecía imposible para una región que tenía entre sus figuras a Hugo Chávez, Néstor Kirchner y “Lula” da Silva.
Y este marco se anunciaba con bombos y platillos un faraónico proyecto: el desarrollo de un gasoducto de miles de kilómetros, que atravesaría ríos y montañas para conectar a Venezuela con la mismísima Argentina a través de Brasil.
La iniciativa tenía un nombre aún más ambicioso: el gran “Gasoducto del Sur”, candidato a demostrarle a todo el mundo que la unión entre los mandatarios del “vecindario” era suficiente como para embestir contra las “fuerzas imperialistas”. Eran 10.000 kilómetros que resumían entusiasmo, ideales y promesas.
Pero algo falló. Dos años más tarde, en 2007, la megaobra comenzaba a “perder presión” y el mismo Chávez reconocía que el plan de trabajo se había congelado. Un fraude total.
2. El Tren Bala Córdoba-Buenos Aires
Corría enero de 2008. Un consorcio encabezado por la francesa Alstom rubricaba un contrato para que se dé inicio a las obras del primer tren de alta velocidad previsto para la Argentina.
Iba a unir Buenos Aires, Rosario y Córdoba en menos de tres horas y el costo estimado era: U$S1.500 millones.
La iniciativa era muy ambiciosa para los tiempos que corrían: prometía generar hasta 25.000 empleos sólo para la construcción de las vías que se extenderían unos 710 kilómetros.
¿Fecha estipulada para la inauguración? Fines de 2011.
Una vez más, este emprendimiento se perfilaba para ser el que consolide a la Argentina como referente en el desarrollo de trenes de alta velocidad a nivel regional. Un fraude total.
Actualmente, el tren que Randazzo les compró a los chinos hace el trayecto de Córdoba a Buenos Aires en 20 horas. Lo mismo que hace 100 años.
3. El súper submarino nuclear
Transcurría junio de 2010 y la por entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, anunciaba el inminente desarrollo de submarinos a propulsión nuclear.
Este proyecto nacional y popular intentaba emular la promesa de Lula da Silva quien, un año antes, confirmaba a los medios brasileños una iniciativa de este tipo para su país.
¿Fecha? El primer sumergible nuclear iba a estar operativo a partir de 2015.
Pero algo falló, y no se llevó a cabo. Por estos días, la fuerza de submarinos argentinos cuenta con solo tres unidades de submarinos normales, de los cuales uno de ellos no puede navegar por estar en reparaciones. Un fraude total.
4. El auto popular y 100% argentino
Corría el mes de noviembre de 2011 y se necesitaba un auto emblema para la década ganada.
Había un candidato para ello, que hasta tenía nombre antes de que naciera: el APA, en referencia a las iniciales de Auto Popular Argentino.
¿Precio? No iba a costar más de $40.000 al público y el lugar elegido para la fabricación era el parque industrial de Florencio Varela. Toda una revolución.
“El objetivo es fabricar un auto económico, de uso urbano y con posibilidades futuras de desarrollar un motor eléctrico”, informaban desde el Gobierno.
Su diseño resultaba tentador, siendo que se presentaba como un vehículo familiar de amplio espacio interior.
Pero algo falló. El auto argentino nunca pudo avanzar y al día de hoy de él sólo queda la imagen, un prototipo, algunas maquetas y los diseños plasmados en la pantalla de una PC.
5. Alucinante torre de telecomunicaciones
Transcurría el 2010. Era un “buen momento” para promocionar el lanzamiento de una torre única de telecomunicaciones.
Se situaría en las playas ferroviarias linderas a los estadios de los clubes Independiente y Racing, en Avellaneda.
Entusiasmaba la idea de montar un edificio de 368 metros, con 44 pisos circulares. Más aún. Su puesta en marcha iba a dejar a la Argentina como referente en la materia, a partir de un emprendimiento de una altura jamás alcanzada en el país. La ambiciosa torre iba a elevarse 266 metros, altura a la que se le sumaría una antena de 102 metros para transmitir.
Pero algo falló. En marzo de 2015, se conoció que el Gobierno llevaba gastados 50 millones de pesos en el proyecto pese a que jamás se había iniciado la obra. Un fraude total.
6. Fórmula 1 para todos
“La Fórmula 1 vuelve a la Argentina y se correrá en Mar del Plata”, anunciaba la presidenta Cristina Kirchner un 14 de marzo de 2012, arrancando los aplausos de todos los concurrentes al acto en Casa de Gobierno.
Al dar más precisiones, afirmaba que la competencia se llevaría a cabo a fines de noviembre o principios de diciembre de 2013/14 en un circuito callejero en la zona de Playa Grande, Mar del Plata.
Pero algo falló. Seis meses después de ese anuncio, la Federación Internacional de Automovilismo difundía el calendario provisional de la categoría para el próximo año y Argentina no estaba.
Desde los comentarios de Cristina hasta hoy, la Fórmula 1 no estuvo ni cerca de correrse en la Argentina, ni siquiera están analizando la posibilidad de incluirla. Un fraude total.
7. Isla Demarchi, el Hollywood argentino
El Polo Audiovisual fue anunciado por Cristina Kirchner en agosto de 2012 y los concurrentes al acto se quemaban las manos con el tenor de los aplausos.
Iba a funcionar en un predio desconocido para la mayoría: la Isla Demarchi, en La Boca. Al mega emprendimiento se sumaba una torre que iba a ser las más elevada de toda América latina.
¿Monto invertido? más de 2.500 millones de pesos en tierras estatales. La cesión debería realizarse a favor de una sociedad anónima constituida por la ANSES, la Secretaría de Comunicación Pública y el Ministerio de Economía.
Pero algo falló. Pasó el tiempo y nada ha cambiado en esa zona. Un fraude total.
