El pasado miércoles la ministro de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se reunión con el intendente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti y le ofreció capacitar al personal de la nueva Guardia de Seguridad Institucional (GSI) en el uso de pistolas taser. Son capacitaciones en seguridad que “a veces se cree que es solo portar un arma, y no es así”, recalcó Poletti y agregó: “Es más que nada para brindarles herramientas a nuestros empleados”.
En este contexto, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, no descartó el uso de este elemento, pero aclaró que no es prioridad en el marco de la compleja situación de seguridad que atraviesa la provincia: “Primero déjenme que tengamos patrullero, que los policías tengan chaleco, que estén las municiones, que tengamos cartuchos en las escopetas y después vengan ese tipo de consideraciones más sofisticadas”, destacó.
“Es un tema que nosotros no tenemos ningún prurito ideológico”, dijo el funcionario provincial y agregó que el único “prurito” que tienen desde Gobierno es pragmático y económico, ya que se debe evaluar si “rinde la operación o si con ese dinero se compran patrulleros”.
“Jurídicamente, no existe absolutamente ningún inconveniente”, destacó Cococcioni tras un acto realizado en el salón blanco de Casa de Gobierno.
Cococcioni reveló que “este tipo de arma suele ser costosa” por lo que su uso debe ser “selectivo, en ciertos ámbitos y no para todos los efectivos”.
Respecto a la implementación en la ciudad capital fue certero: “Si ellos lo consideran lo veo totalmente viable, en todo caso adecuarán su normativa local para permitir a los agentes municipales el uso de la fuerza”.