Una multitud de cerca de 10 mil personas se reunió anoche en el Monumento a la Bandera y sus inmediaciones bajo la consigna de reclamar por seguridad y justicia en el crimen de Joaquín Pérez, arquitecto de 34 años, asesinado el martes de la semana pasada cuando le robaron su automóvil. En medio de la protesta, el intendente Pablo Javkin y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, intentaron acercarse a la marcha, pero fueron repudiados por la gente.
Luego del momento de tensión, Javkin pasó por el programa de Marcelo Fernánden en CNN Radio Rosario, Con Sentido Común, y se refirió a lo acontecido. “El pedido de la gente es muy claro, cada uno tiene que hacer su parte y poner la cara. Eso tiene momentos agradables y otros como los de anoche, pero se trata de estar. Yo no me voy a quedar en un despacho”, declaró.
A lo largo de la nota, el intendente fue duro al referirse al rol que cumple el poder judicial: “Todos conocen el nombre del intendente, pero nadie sabe quiénes son los jueces que dejan libres a los criminales y no voy a dejar de decir eso. Cuando se rompe el tejido social, no se rompe la valoración de alguien, se rompe lo que nos hace vivir en sociedad”.
Luego, puso énfasis en la importancia de contar con soluciones de fondo y terminar con las operaciones del narcotráfico en la ciudad. “Hay conflictos institucionales que pasan desapercibidos porque en la angustia cotidiana priman otras cosas. Acá hay que ir a los temas de fondo, porque las bandas operan con libertad y aumenta el delito”, señaló.
Volviendo a referirse a la marcha de ayer, Javkin subrayó: “La gente me pedía simplemente que los criminales sean condenados”. Luego, focalizó sobre una de las principales consignas de la noche, el crimen de Joaquín Pérez: “Que no quede impune el crimen de Joaquín va a implicar un quiebre. La familia hizo público el pedido de que estemos y, para mí, no hay nada más sagrado que el pedido de la familia de una víctima”.
Finalmente, reiteró el reclamo hacia el gobierno nacional para que tomen cartas en el asunto: “Estamos frente a un problema que requiere una movilización fuerte de todos los niveles del Estado. Como ciudad, necesitamos mayor autonomía y poder sobre las fuerzas policiales. La prevención del delito requiere personal armado, no se puede hacer con personal administrativo. Cada uno tiene que hacer su laburo. Es muy importante la responsabilidad del sistema carcelario porque muchas de las cosas que pasan se organizan desde adentro de la cárcel y hay que trabajar para que eso deje de pasar”.
